martes a la noche (QD)
Hoy en la estación Once una mujer se tropieza y se cae subiendo al subte. Un hombre la ayuda, buscando enseguida al culpable. Pero no lo hay. La mujer simplemente tropezó y cayó. En la cara del hombre encuentró un segundo de desconcierto hasta que dice, reprimiendo la ira: "Señora, tenga cuidado, por favor". Ahora son las ocho de la noche y después de un día entero lidiando con Günter Grass comprendo que eso es el periodismo. Es más, el subterráneo se funde con la redacción y yo soy la vieja que cae y el hombre que la levanta, pero también el duende que vive en el lago de la ira contenida.
Me revuelven las tripas esos contemporáneos cocidos en el caldo amargo y receloso de los Derechos Humanos.
4 Comments:
No tiene nada que ver pero no importa:
Me gustaron El Caníbal, El Pornógrafo y el libro del poema sobre la generación, no recuerdo su nombre.
Saludos,
Deshecho
pd: putearse también es literatura, creo
Gracias, Deshecho. Viniendo de usted, esto es un verdadero piropo.
Saludos, Juan.
"¿Para qué nos caemos, Bruce? Para aprender a levantarnos".
sólo quería pasar para decir
solid
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