Friday, November 30, 2007

Después de ver restos de un amigo en una empana de carne cortada a cuchillo, el conejo de la suerte se entrega a la más aberrante de las paranoias



De adentro de la masa,
dijo que salía un ojo.
Es nuestra vida, ¿viste?,
embotar los sentidos
y después dejarse caer
para atrás o para adelante
en ese sofa del amanecer,
cuando ya pasó todo
y volvés a tu casa.
Pero el conejo es muy matraca.
Se clavo la empanada fría
y el mundo se le dio vuelta
dos veces y media.
A Jorgito lo llamaba
todos los jueves,
a las tres de la mañana,
tres y diez como mucho,
"Son los Aparatos Ideológicos
del Estado, flipper,
me apretan la nunca,
se piensan que soy un sifón,
me quieren reventar".
Jorgito dejaba el tubo,
se iba a la heladera y
cuando volvía el tubo seguía,
se movía solo,
como una culebra negra en la mesa.

2 Comments:

Blogger Lady Kelvin said...

Todo bien con el conejo, pero a mi me caen mejor los rinocerontes.
Saludos

11:15 PM  
Blogger bel! said...

El Conejo no tiene escrupulos... encima nos llama putos, es peronista y la novia lo deja de la peor forma, me parece que si se hace puto le va a ir mejor!... muen... Saludos!!!!

11:06 AM  

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