sábado
Hoy, cansado de la tensión de la redacción, me fui a cambiar un libro que me habían regalado. Estuve dando vueltas en el Yenny de Caballito sin encontrar nada que me gustara. O no tenían, o era muy caro, o no lo supe encontrar. Terminé poniendo cinco pesos y me llevé una novela Anagrama de las amarillas. En la caja, me preguntaron: "¿Te ayudó algún vendedor?". Estuve tentado de decirle: "No, más bien, trataron de disuadirme". Lobotomía de sábado también para los vendedores del Yenny de Caballito, entonces. Después, tirado en la cama, un trueno larguísimo me ayudó a sentirme mejor.
4 Comments:
Te das cuenta? Hay que hacer un monumento a libreros como Romano, los chicos de libro shop de santa fe y pueyrredon, Constanso de libreria el ventanal de avenida de mayo y tantos otros que aman el oficio.
Los de yeny son todos unos pelotudos, lo sé. No te hagas mala sangre. Simplemente respondé: Lamberti. Lamberti me atendió.
Ah, mirá, esa era buena. No me avivé. La próxima les clavo "Me ayudó un tal Lamberti".
"cansado de la tensión de la redacción"
un amigo mío escribió una vez:
"Hay más tensiones adentro de un diario que en un soviet ruso"
salu2
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