cartas al duque (setenta y cinco)
Querido duque,
El fin de semana, en un galpón de Rosario, luces y música al taco para que un tipo altísimo de barba me diga, filtrado por sus vapores etílicos: “Yo vivo con una mujer eslava. Es adicta al juego. Dostoieski es un gran escritor. El juego tiene que ver con la idiosincrasia de la cultura rusa. Todo o nada, ganar o perder. Por eso la amo”. También Beatrzi Vignoli afirmando que había soñado con que Darth Vader era su tío. En el restaurante del club de pescadores pedimos boga a la parrilla y la comimos vigilados desde la pared por cabezas de pescado como trofeos: el impresionante pez chupa-chupa, cuya envergadura asusta al más pintado. ¡Cuánta humedad en Rosario, querido duque! Los mosquitos eran enormes y la costanera estaba llena de unos cascarudos asesinos de los que huimos a duras penas, más que nada porque no decidieron atacarnos. (El Gran Gogui de Rafaela me regaló un librito titulado El Rinoceronte y su cría. Un genio.) Volveremos a esas barrancas. Sí. Por todo esto que describo aquí y porque, porteños como somos, también nos gustó mucho entrar a Buenos Aires de noche por la Lugones y asombrarnos una vez más con todas esas luces.
Abrazo,
Terra.
2 Comments:
Consiguieron a las chicas?, digo, a las chicas lindas?, las solicitadas? como sé, como sé...
Muy buen blog. Acabo de llegar (de hipercrítico.com) y creo que nunca me voy a ir. Saludos!
Mi blog es:
http://soloelmundoyyo.blogspot.com
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