Salvo las notas de Pablo Gianera, no estoy leyendo ADN. Sobrevuelo apenas los contenidos, pero no me detengo especialmente en nada. No me gusta la dirección que tomó el suplemento. La siento constreñida, al estilo "noticias idiotas para gente que le interesa la cultura". Es evidente que la base está y hay cabeza, pero para hacer lo que decían que iban a hacer faltó inversión y líbido. Ahora bien, reconozco que cada tanto pegan alguna frase que te salva el día.

Hoy leí:

"Es tan difícil restaurar el efecto de un puñetazo como de un beso", según la abogada.

Yo la reescribiría:

"Según la abogada, es tan difícil restaurar el efecto de un puñetazo como el de un beso.

Pero los cambios son cuestión de gustos. Nada más.