azulgrana
Hace ya unos años, yo me pasaba todos los veranos yendo al campo de deportes del Club Italiano que quedaba en el Bajoflores. Si íbamos en colectivo, tomábamos el 132 hasta la terminal y después caminábamos. (Un verano apareció una villa, y ese proceso de dificultó. No sé en qué anda la cosa ahora.) Una vuelta vimos cómo empezaban los preparativos para construir un gran edifcio. Era como una pirámide. Algo descabellado. Había una energía extraña en el aire que se veía de lejos. De noche decían que brillaba. Un día se me ocurrió preguntarle a uno de los bañeros de la pileta qué era lo que se estaba haciendo en el predio de la esquina.
- Eso, pibe, eso se llama volver.
No entendí. Al año Miele inauguraba el nuevo gasómetro. Fabián Casla en El Ciclón y La furia, siempre está volviendo.
- Eso, pibe, eso se llama volver.
No entendí. Al año Miele inauguraba el nuevo gasómetro. Fabián Casla en El Ciclón y La furia, siempre está volviendo.
2 Comments:
Ud hizo que recuerde una observación de mi padre, promediando el 2001: ese departamento de soltera que había elegido estaba muy bien, porque se podía ver la cancha de San Lorenzo desde el balcón.
Pasiones son pasiones.
Algo similar pasó con la construcción del estadio de Quilmes
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