cartas al duque (veintidós, los dos patitos)
Querido Duque,
El despertador suena a las nueve de la mañana y mis ojos son dos piedras. El peluquero que me cortó el pelo tres horas y media después me dice que se levanta a las seis desde siempre y sin ningún tipo de estímulo externo. “Si durmiera en una caja cerrada, sin luz y sin sonido —me aclara—, igual me despertaría a esa hora”. Antes yo había tenido un sueño idiota, recursivo, donde alguien preguntaba: “¿Cuál es la pregunta, Terranova?” y la respuesta era: ¿Cuál es la pregunta, Terranova? Y la pregunta era... Así hasta la locura del infinito o su lucidez. Pero, habría que tener en cuenta que la pregunta es buena: ¿cuál es la pregunta, querido duque? Las respuestas para mí, y solamente por estos días, están en el subterráneo.
Me explayo luego,
Lo abraza,
Terra.
3 Comments:
Muy interesante lo de tu sueño recurrente. Me voy a descolgar con algo que quizás te caiga raro. Los que estudiamos al I Ching --seriamente, claro-- consideramos que la mayor parte de la respuesta está contenida en la pregunta...
Un abrazo,
L
Y si, creo que la única respuesta es la pregunta.
lo bueno es tener preguntas, xq cuando no te quedan más se acabo todo chabón
salu2
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