Friday, May 18, 2007

confesión

"Una vez un amigo me invitó a su casa. Seguramente no estarían sus padres. Me mostró el comedor y me dijo que nunca había comido ahí. Teníamos 11 años. Después tuve compasión de él, su vida me parecía opresiva. Ahora mis hijos se paran arriba de la mesa del comedor y eso me resulta más opresivo aún."
Juan Pablo Correa.-

1 Comments:

Blogger sergiucedo said...

También me pasó a mí.
En la casa de un amigo, el living y el comedor eran santuarios infranqueables que sólo eran pisados a fin de año, o en alguna fiesta judía.
Templo kitsch.

5:20 PM  

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