un final de tantos
Conocí a un tipo duro,
en la peor situación.
Era un proto-DarthVader
que me dijo: "Ella se viene conmigo"
y me apunto con su linterna.
Le costaba respirar.
Así que yo dije: "Está bien".
Un poco porque ya estaba cansado
de lustrar esas botas tan largas
-aunque me gustaba hacerlo-
y otro poco porque
sabía que extrañarla iba a ser
el más refinado de los placeres.
3 Comments:
Le soplaron de las manos a nada más ni nada menos que Carolyn Munro (sí, así, como el barrio donde vendían ropa)
y la dejó ir!
Nooooooooooooo!!!!!
Anonymous tiene buena data.
Buena, Terra... buena.
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