pac-man
Gracias a los simpáticos catalanes de Meloncorp.com me estoy jugando unos diez partidos diarios de Pac-man. (Quizás sean más, no los cuento.) Uno come todo el tiempo. Si tiene el alucinógeno, se puede coger a sus fantasmas, sino ellos te cogen a vos. (Vos sos visiblemente más rápido pero ellos te superan en número cuatro a uno.) Después, se trata de correr, esconderse y avanzar. Sin reflejos, adiós.
Nadie puede decir que las reglas no son simples y a la vez proyectan una complejidad tan esencial como la existencia misma.
Y así y todo el asunto es atractivo. ¿A qué se parece el Doom? ¿A una pelea de pareja? Porque el Pac-man es muy parecido a nuestra sociedad de consumo...
Nadie puede decir que las reglas no son simples y a la vez proyectan una complejidad tan esencial como la existencia misma.
Y así y todo el asunto es atractivo. ¿A qué se parece el Doom? ¿A una pelea de pareja? Porque el Pac-man es muy parecido a nuestra sociedad de consumo...
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