Wednesday, May 03, 2006

Mainstream para principiantes

Estoy cansado de los críticos de cine que, parados en la quinta esencia del séptimo arte, atacan a, prepárense porque la lista es larga: Holywood, el cine comercial, los directores exitosos, la industria, los espectadores complacientes, el abuso de los efectos especiales, el cine independiente, las actuaciones mecánicas, las tramas trilladas, los héroes imperecederos y la falta de compromiso estético. Por favor, creo que llegó el momento de relajarse.
Escriban, critiquen, amárguense porque Godzilla tiene más repercusión que la última obra maestra del cine húngaro, pero relájense. Hace poco lo mismo sucedió con la historia. Alberto Romero ataca a Felipe Pigna. ¿Por qué un prestigioso investigador ataca a un divulgador que aparece en la televisión entre extras disfrazados de granaderos? Señalarle errores, marcar diferencias, denigrarlo con un gesto elegante, negarlo, vaya y pase, pero, ¿atacarlo por el hecho mismo de hacer divulgación?
Un amigo me dice mientras esperamos el colectivo: “Atienden públicos diferentes, pero todos aspiran al mismo mostrador”. Sin duda, una frase enigmática.En los libros de historia se derimen cuestiones de poder y política. Perfecto. Pero condenar una película por liviana no es sólo reeditar viejos prejuicios (alienación, transfiguración y muerte), sino negarle al espectador el derecho a consumir porquerías, cosa que bien puede representar incluso la máxima subversión.
Desconocer el funcionamiento del Mainstreim condena a los críticos al traspié y al idealismo. Por otra parte, aprender sus rudimentos supone un esfuerzo igual al de practicar o descubrir las actividades artísticas realmente innovadoras hoy en día, siempre teniendo en cuenta que la permeabilidad no sólo es posible sino casi inevitable y admitiendo que la innovación no es patrimonio exclusivo de nadie. Que las partes hoy en día no se reconozcan, se esquiven y se nieguen, peleando ambas por el mismo pedazo de fama y fortuna es un problema que no beneficia a nadie.
Supongo que la canonización indiscutible y acrítica de la compleja figura de Borges en la década de los 90 a partir de la edición de sus Obra Completas en Emecé es uno de los tantos eventos que ayuda al malentendido. Pero lo malo es que no sólo en la literatura se dan este tipo de equívocos, también aparecen en los medios de comunicación. De golpe, todos los periodistas aspiran a la erudición. Y más allá, los críticos de cine reclaman un público sensible y refinado. Es más, los críticos de cine pretenden una sociedad de críticos de cine. Pero la televisión no es el reinado del terror. Creo que hay formas y formas de democratizar la cultura. La imposición es la peor.
El Mainstream tiene códigos, recorridos, formas y límites. Explorarlos y comprenderlos es deber del divulgador. Si el mecanismo funciona y si utilizan bien sus posibilidades, muchas veces el resultado es superior a las producciones de los histéricos que, sin pensarlo dos veces, se ponen la camiseta de la queja para salir a pelear por las esencias pérdidas.

(Extended version de una columna que hice para Espectáculos de Perfil. ¿Era ésta Loyds?)

6 Comments:

Blogger Loyds said...

sisisi, es este, me pareció muy interesante y comparto casi todo, creo q la parte de la literatura no salió y era justamente ese el interrogante q se me vino al terminar de leerlo, si el escenario q planteás no se da, en cierta forma, también en lo literario
un abrazo nene, seguí así

6:45 PM  
Anonymous Anonymous said...

Oh casualidad, hace cinco minutos leí un artículo horrible de Susan Sontag diciendo que el cine está muerto.

La queja es un recurso literario muy triste para la crítica (y lo digo porque lo he usado hasta el cansancio). Igualmente, creo que la figura del crítico-periodista quejoso, el que va a ver los estrenos de todos los jueves, se va a ir diluyendo en el tiempo.

7:52 PM  
Anonymous Anonymous said...

está bueno lo que decís, pero da la impresión de que esta posición que apela a la comprensión del mainstream es igual de típica que la de los típicos críticos elitistas; es el típico argumento que convence porque parece razonar un poco más allá, un poco más críticamente, pero en realidad es nada más que la inversión de términos del lugar común, con argumentos también comunes. me parece.

12:35 PM  
Blogger Lyon said...

de acuerdo terranova, pero escriba una columna igual para los críticos literarios, a los cuales tiene acceso, por no decir pertenencia.
saludos.

3:24 PM  
Anonymous Anonymous said...

Estoy de acuerdo con casi todo, pero no me cierra esa figura del crítico - divulgador que comprende tanto el mainstream como su jerarquía cultural pero no abre juicios esteticos elitistas sino que "decodifica" (para quièn?). En todo caso, estaría detrás del mismo mostrador que los productores para publicos restringidos y que los productores para el gran público. Pensar que puede existir una pedagogia de masas desde un diario es casi tan ingenuo como pensar que los consumos trash son políticamente subversivos porque sí.

1:57 PM  
Anonymous Anonymous said...

Ni la oda a Francella ni las loas a la última de Kim no se cuanto de Iran, paremos la mano, somos espectadores, queremos espectar!

7:40 PM  

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