El gran macho argentino
Explotando el nicho de las no-ficciones, formó parte de Espejo de la Argentina, una colección ya mítica donde Planeta reunió a principio de los 90 títulos tan disímiles como Robo para la corona de Horacio Verbitsky y Volver a crecer de Domigno Caballo. Adentro de esa bolsa fabulosa fue a caer, entonces, potente y atrevido, Díganme Ringo, una biografía de Oscar Natalio Bonavena del periodista Ezequiel Fernández Moore.
Pensado casi como el guión de un documental, polifónico, asimilable a una velocidad extrema, en muchos sentidos brutal, Díganme Ringo es, primero, el compendio de anécdotas de un personaje mayor, pero también una pequeña enciclopedia sobre uno de los deportistas más apasionantes de la Argentina. Al lado de la excentricidad y la explosión de esta biografía, Maradona parece un adolescente que lleva petardos a un cumpleaños.
La narración empieza alterando la cronología de los hechos y contando el terrible final al principio: Bonavena cabreado, fuera de sí, enfrentando en solitario a la mafia prostibularia norteamericana del Mustang Ranch y recibiendo un tiro en el pecho una fría madrugada de mayo del ´76. Después, el lento ascenso, la conflictiva relación con Lectoure, su carrera artística como cantante de varietes, su arrogancia para hacer declaraciones y el duro castigo que recibió cuando en el ´66 enfrentó de visitante a Frazier.
“La vida y la carrera de Ringo –escribe Fernández Moore– no son sino una metáfora de la tormentosa Argentina de las décadas del sesenta y setenta, donde la fuerza se impuso una y otra vez como único argumento.” Bonavena dejó instalados en el inconsciente colectivo popular un repertorio de frases y réplicas que el libro compila y sitúa. Díganme Ringo, escrito en la rara poesía de lo instantáneo, es por momentos tierno, o gracioso, o patético, pero sostiene, siempre de fondo, un rústico y duro atractivo que recuerda el aire caldeado de un gimnasio de barrio.
Pensado casi como el guión de un documental, polifónico, asimilable a una velocidad extrema, en muchos sentidos brutal, Díganme Ringo es, primero, el compendio de anécdotas de un personaje mayor, pero también una pequeña enciclopedia sobre uno de los deportistas más apasionantes de la Argentina. Al lado de la excentricidad y la explosión de esta biografía, Maradona parece un adolescente que lleva petardos a un cumpleaños.
La narración empieza alterando la cronología de los hechos y contando el terrible final al principio: Bonavena cabreado, fuera de sí, enfrentando en solitario a la mafia prostibularia norteamericana del Mustang Ranch y recibiendo un tiro en el pecho una fría madrugada de mayo del ´76. Después, el lento ascenso, la conflictiva relación con Lectoure, su carrera artística como cantante de varietes, su arrogancia para hacer declaraciones y el duro castigo que recibió cuando en el ´66 enfrentó de visitante a Frazier.
“La vida y la carrera de Ringo –escribe Fernández Moore– no son sino una metáfora de la tormentosa Argentina de las décadas del sesenta y setenta, donde la fuerza se impuso una y otra vez como único argumento.” Bonavena dejó instalados en el inconsciente colectivo popular un repertorio de frases y réplicas que el libro compila y sitúa. Díganme Ringo, escrito en la rara poesía de lo instantáneo, es por momentos tierno, o gracioso, o patético, pero sostiene, siempre de fondo, un rústico y duro atractivo que recuerda el aire caldeado de un gimnasio de barrio.
2 Comments:
famosas ringadas;
"la experiencia es el peine que te dan cuando te quedás pelado".
"todo muy bien, todo muy bien, pero cuando suena la campana no te dejan ni el banquito en la esquina".
( se recomienda fuertemente ver en el Parque Patricios una estatua de Bonavena donde las dimensiones son más cercanas a Botero que a un peso pesado)
¿Te diste cuenta de que Sally Conforte, la madama del Mustang Ranch, es el personaje de la canción soul Mustang Sally?
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