carta abierta
Me llegó por mail esta breve esquela y como siento que imperla mis lecturas de la literatura argentina -donde muchas veces los paladines del lenguaje se pierden entre las vueltas de su ombligo- la reproduzco aquí. Agrego solamente que el valor figura en mi léxico desde siempre, los que me conocen los saben.
Diciembre 11, 2006
He leído y estudiado la obra de Juan José Saer, pero me faltaba El río sin orillas, Seix Barral, (2003). En el cap. III, Invierno, Saer alude a la represión, (pag.180): “ni un solo oficial superior de ninguna de las tres armas, ni uno solo, tuvo el valor (palabra que pertenece al léxico de ellos, no al mío) no ya de oponerse, sino por lo menos de distanciarse públicamente de lo que estaba pasando. Aún hoy los militares argentinos se dividen entre los que reivindican cínicamente todos sus crímenes y los que hipócritamente los minimizan, los olvidan o los niegan”.
Sin embargo, en 1984 un grupo de militares retirados, hastiados de golpes de estado y de sistemas dictatoriales, crea el CEMIDA, Centro de Militares para la Democracia Arg., “con el objeto de hacer conocer a la opinión pública y, en particular a los Oficiales de las Fuerzas Armadas, la existencia de un pensamiento militar genuinamente constitucionalista opuesto a toda manifestación militar que exceda los límites de lo legal, lo moral y lo ético, según las más pura tradición sanmartiniana”.(www.cemida.com.ar). Participaron activamente en el juicio a las Juntas y con una labor internacional intensa en España, Francia, Italia, EE.UU. y El Salvador.
Juan José Saer ha muerto, (2005), y es una pérdida que lamento. También lamento que un escritor tan crítico, tan conocedor, tan puntual y tan prolijo, no se haya informado debidamente.
Un saludo cordial,
Diana Sánchez.
(Escritora, Bs. As.)
Diciembre 11, 2006
He leído y estudiado la obra de Juan José Saer, pero me faltaba El río sin orillas, Seix Barral, (2003). En el cap. III, Invierno, Saer alude a la represión, (pag.180): “ni un solo oficial superior de ninguna de las tres armas, ni uno solo, tuvo el valor (palabra que pertenece al léxico de ellos, no al mío) no ya de oponerse, sino por lo menos de distanciarse públicamente de lo que estaba pasando. Aún hoy los militares argentinos se dividen entre los que reivindican cínicamente todos sus crímenes y los que hipócritamente los minimizan, los olvidan o los niegan”.
Sin embargo, en 1984 un grupo de militares retirados, hastiados de golpes de estado y de sistemas dictatoriales, crea el CEMIDA, Centro de Militares para la Democracia Arg., “con el objeto de hacer conocer a la opinión pública y, en particular a los Oficiales de las Fuerzas Armadas, la existencia de un pensamiento militar genuinamente constitucionalista opuesto a toda manifestación militar que exceda los límites de lo legal, lo moral y lo ético, según las más pura tradición sanmartiniana”.(www.cemida.com.ar). Participaron activamente en el juicio a las Juntas y con una labor internacional intensa en España, Francia, Italia, EE.UU. y El Salvador.
Juan José Saer ha muerto, (2005), y es una pérdida que lamento. También lamento que un escritor tan crítico, tan conocedor, tan puntual y tan prolijo, no se haya informado debidamente.
Un saludo cordial,
Diana Sánchez.
(Escritora, Bs. As.)
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