Tuesday, December 05, 2006

cartas al duque (treinta y dos)

Querido Duque,
Tengo sueños asesinos, pero ¿quién no? Un hombre con una amoladora puede ser un trabajador hornado pero a las nueve de la mañana es un enemigo. Y el día de sol, te lo debo. Nubes blancas y grises cubriendo de forma homogénea el cielo. Pasolini decía que los Cuentos de Canterbury que filmó no lo habían dejado satisfecho porque desconocía la cultura anglosajona. Lo suyo estaba en el protoporno de las Mil y una noches o en Bocaccio. Sin embargo, Chaucer te da cierta tranquilidad en un día como este. La pileta parece que está cerrada por falta de guardavidas. Es probable que en menos de dos horas alguien me ve saltando el cerco y tirándome al agua con ropa después de haber dormido la siesta. Ese placer, tan simple, Duque, no me lo saca nadie en estos días.
De la foto de Flaubert me acuerdo menos que del subte.
Un abrazo,
Terra.

1 Comments:

Blogger tentorí said...

aplauso de cahetada en el agua a la sambayón zambullida

5:33 PM  

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