Detuvieron el coche sobre la carretera, había sido un viaje largo y caluroso, los dos muchachos en compañía de una mujer bajaron con las camisas pegadas al cuerpo. El coche era un volkswagen alquilado, con matricula norteamericana, el equipaje salvo el de mano, venia sobre el techo del auto. Durante unos segundos ninguno alzo las miradas; luego los labios empezaron a moverse no hacia falta ser un lector de labios para saber o enterarse de lo que decían. -supongo que no tendremos que subir las escalinatas con nuestro equipaje, ¿verdad?- Era la mujer que, con un gesto extraño, se paso los dedos sudorosos por su cabello mientras hablaba. Kevin, el jefe de la investigación le dio una palmada paternal en el hombreo. -lo dudo, querida mía. Pero ¿Por qué no subimos así entramos? Volvió a alzar los ojos y esta vez no mostró los dientes. El hombre joven era el doctor Fredich; miraba la casa con desagrado y se masajeaba los músculos doloridos del cuello pues había sido el quien había conducido todo el trayecto. -seguro que hay una carretera de acceso a la casa-dijo- nadie construye una maravilla como esta sin una carretera de acceso directo. No tenía del todo razón pero examinando uno por uno, al poco tiempo quedo demostrada aquella puntualidad del dr. Fredich. Mientas subían el primer tramo de las escalinatas de piedra y pasaban sobre la fuente al pie de la entrada principal, la doctora Henson, (la mujer) se cambio la cartera bordada que llevaba colgada del hombro izquierdo al derecho; la cartera parecía bastante común, justa para una mujer como ella que viste con tejanas y camisa; lo que intrigaba es que la llevaba cruzándole el pecho y eso indicaba que su contenido pesaba mas de lo normal. Ya frente a la puerta principal, la Dra. Henson atina a golpear la puerta cuando el servicio abre amablemente y pregunta. De la misma manera, la mujer se presentó: -buenas tardes, soy la Dra. Henson, mis compañeros el Dr. Fredich y el Dr. Kevin, venimos de la Universidad de investigaciones de New Jersey, la Dra. Becker nos esta esperando, ¿podría nombrarnos? Prosiguió la mujer. -un momento por favor- responden Una vez adentro, ya instalados y puesto a merced de las preguntas de la Dra. Becker, decidieron encabezar la conversación, poniendo a prueba los datos recaudados. -es difícil dar con todas estas pistas con la persona del identiquit; son muchas y diferentes, algunos se contradicen- dijo Fredich. -no si reunimos cada coincidencia. Me extrañan sus dudas, pensé que eran experimentados- añadió la Dra. Becker Mientras sacaban conclusiones, el Dr. Kevin vigilaba sigilosamente cada rincón de la casa- ¿Estamos solos, no? -que imprudencia de su parte, no acostumbro las compañías Dr. –respondió Becker Con todo sobre la mesa, invita un trago para dar seguridad y comodidad cuando son ya la mitad de la noche. Dispuesto a descansar, los ruidos de pasos atormentaban la noche e impaciencia del Dr. Kevin…
no tiene nada q ver con todo esto, pero vi anoche el programa de ver para leer y me interesaron tus escrituras, soy de santa fe.. espero q te guste
2 Comments:
Detuvieron el coche sobre la carretera, había sido un viaje largo y caluroso, los dos muchachos en compañía de una mujer bajaron con las camisas pegadas al cuerpo.
El coche era un volkswagen alquilado, con matricula norteamericana, el equipaje salvo el de mano, venia sobre el techo del auto.
Durante unos segundos ninguno alzo las miradas; luego los labios empezaron a moverse no hacia falta ser un lector de labios para saber o enterarse de lo que decían.
-supongo que no tendremos que subir las escalinatas con nuestro equipaje, ¿verdad?-
Era la mujer que, con un gesto extraño, se paso los dedos sudorosos por su cabello mientras hablaba.
Kevin, el jefe de la investigación le dio una palmada paternal en el hombreo.
-lo dudo, querida mía. Pero ¿Por qué no subimos así entramos? Volvió a alzar los ojos y esta vez no mostró los dientes.
El hombre joven era el doctor Fredich; miraba la casa con desagrado y se masajeaba los músculos doloridos del cuello pues había sido el quien había conducido todo el trayecto.
-seguro que hay una carretera de acceso a la casa-dijo- nadie construye una maravilla como esta sin una carretera de acceso directo.
No tenía del todo razón pero examinando uno por uno, al poco tiempo quedo demostrada aquella puntualidad del dr. Fredich.
Mientas subían el primer tramo de las escalinatas de piedra y pasaban sobre la fuente al pie de la entrada principal, la doctora Henson, (la mujer) se cambio la cartera bordada que llevaba colgada del hombro izquierdo al derecho; la cartera parecía bastante común, justa para una mujer como ella que viste con tejanas y camisa; lo que intrigaba es que la llevaba cruzándole el pecho y eso indicaba que su contenido pesaba mas de lo normal.
Ya frente a la puerta principal, la Dra. Henson atina a golpear la puerta cuando el servicio abre amablemente y pregunta. De la misma manera, la mujer se presentó:
-buenas tardes, soy la Dra. Henson, mis compañeros el Dr. Fredich y el Dr. Kevin, venimos de la Universidad de investigaciones de New Jersey, la Dra. Becker nos esta esperando, ¿podría nombrarnos? Prosiguió la mujer.
-un momento por favor- responden
Una vez adentro, ya instalados y puesto a merced de las preguntas de la Dra. Becker, decidieron encabezar la conversación, poniendo a prueba los datos recaudados.
-es difícil dar con todas estas pistas con la persona del identiquit; son muchas y diferentes, algunos se contradicen- dijo Fredich.
-no si reunimos cada coincidencia. Me extrañan sus dudas, pensé que eran experimentados- añadió la Dra. Becker
Mientras sacaban conclusiones, el Dr. Kevin vigilaba sigilosamente cada rincón de la casa- ¿Estamos solos, no?
-que imprudencia de su parte, no acostumbro las compañías Dr. –respondió Becker
Con todo sobre la mesa, invita un trago para dar seguridad y comodidad cuando son ya la mitad de la noche.
Dispuesto a descansar, los ruidos de pasos atormentaban la noche e impaciencia del Dr. Kevin…
no tiene nada q ver con todo esto, pero vi anoche el programa de ver para leer y me interesaron tus escrituras, soy de santa fe.. espero q te guste
nada, exios.. espero que te guste. tengo 17 años estoy cursando el ultimo año de la secundaria..
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