hombre-mono
La próxima semana será Semana Lichtenstein y el Cocinero promete reflexiones, homenajes y plagios a diario. Esta noche, mientras tanto, siento que los límites se borran y soy un animal tipeando sobre un pedazo de mi cuerpo porque el teclado de la computadora se parece demasiado a una de mis manos. "En el futuro, tendremos siete dedos en vez de cinco" decía mi abuelo vasco, el único que no venía de Italia y al que, curiosamente, más me le parezco físicamente. No sé si tanto. Me pone de humor el recuerdo de tres mujeres corriendo bajo la lluvia de este mediodía de viernes con las cabezas envueltas en bufandas y chalinas para no mojarse el pelo. Parecían musulmanas felices.
Y ya que estamos, para ir creando clima, se viene un libro.
Y ya que estamos, para ir creando clima, se viene un libro.
8 Comments:
por lo que menos me preocuparía es por los dedos. Jurame que no vas a quedar así!
qué libro??
¡Te lo imaginás a Terra con Seisdedos!
¡¡Esos serían dos que mamá!!
qué libro?!
Un libro esmerado.
mierda, cabezas envueltas en bufandas, la fin del mundo está cerca. Ojalá publiques tu libro antes.
yo hoy tambien viaje en colectivo con una mujer joven con la cabeza cubierta (ademas de su cuerpo)de negro con una chalina, y cuando leo que te paso algo similar la recuerdo y me llama la atencion.Hummm...que será...que estara pasando en Buenos Aires
un libro esmerado?
nooo...ese adjetivo te es impropio, ¿qué estará pasando acá?
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