Los límites del yo
no son nuestras limitaciones.
Cuando hablo en público
tengo que disociar mis ideas
porque el que habla es otro
y casi siempre paso vergüenza.
Pero después me calmo.
Nuestra incidencia
en lo que nos rodea
es muy relativa.
Este fin de semana
volvió el frío.
3 Comments:
Sartre y Lacan un solo corazón.
Te vi en el Rojas, en persona parecés bueno.
me gusto tu blog...
www.guachaeditora.blogspot.com
te invito...jejeje
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