burocracia
Hoy tuve que ir al correo central a buscar un paquete que me llegó de San Luis. Fui caminando, entré, saqué número y me senté a esperar.
Agarré justo el 13 y el contador iba por el 80. Había que llegar hasta el cero y volver a empezar.
"El trece -pensé-, no me voy más de acá".
Esperé veinte minutos por reloj en el Hall para que me dijeran que tenía que ir a una ventanilla del segundo piso.
Mientras subía las escaleras, pensaba: "No es tan duro". Se trataba de un desafío mental, de no dejarse ganar, de pelearla en una baldosa.
Pensaba también en Kafka. Y me decía: "No es tan duro". El edificio es ideal para pensar en Kafka. Pero es un excelente edificio con espacio y corredores muy grandes y vacíos. Llegué a la ventanilla, pero no er, así que me volví a la entrada y me volvieron a indicar. Y yo: "No es tan duro, no es tan duro". Y en realidad no lo es.
Me dieron la caja y eso me puso muy feliz. Sí, el tipo me hizo esperar porque otro tipo le hablaba de qué sé yo qué vacaciones y qué sé yo qué sobre su hijo y el principio del año lectivo.
Pero me dieron la caja.
Salí del edificio y me metí en el subte. ¿Hubiera preferido Kafka el trabajo manual en una fábrica, con un torno, en una hilandería, las manos llenas de grasa o de carbón?
Lo dudo mucho.
Agarré justo el 13 y el contador iba por el 80. Había que llegar hasta el cero y volver a empezar.
"El trece -pensé-, no me voy más de acá".
Esperé veinte minutos por reloj en el Hall para que me dijeran que tenía que ir a una ventanilla del segundo piso.
Mientras subía las escaleras, pensaba: "No es tan duro". Se trataba de un desafío mental, de no dejarse ganar, de pelearla en una baldosa.
Pensaba también en Kafka. Y me decía: "No es tan duro". El edificio es ideal para pensar en Kafka. Pero es un excelente edificio con espacio y corredores muy grandes y vacíos. Llegué a la ventanilla, pero no er, así que me volví a la entrada y me volvieron a indicar. Y yo: "No es tan duro, no es tan duro". Y en realidad no lo es.
Me dieron la caja y eso me puso muy feliz. Sí, el tipo me hizo esperar porque otro tipo le hablaba de qué sé yo qué vacaciones y qué sé yo qué sobre su hijo y el principio del año lectivo.
Pero me dieron la caja.
Salí del edificio y me metí en el subte. ¿Hubiera preferido Kafka el trabajo manual en una fábrica, con un torno, en una hilandería, las manos llenas de grasa o de carbón?
Lo dudo mucho.
1 Comments:
Me hiciste acordar a una película de Asterix que vi hace como 20 años. Le tocó a Asterix hacer un trámite en una oficina pública y lo tenían de ventanilla en ventanilla, de arriba para abajo con su amigo Obelix, hasta que se calentó y reventó todo...
Acerca de Kafka y sus preferencias laborales, hay gente que nace para agachar la cabeza y apretar tuercas y esas cosas, otra para agachar la cabeza y mirar adentro. A veces son intercambiables pero nunca caben del todo... Dudo bastante que muchos de los primeros quisieran meterse en la mente de Kafka...
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