Wednesday, May 04, 2005

miércoles cerca del mediodía

Toda mi vida empujé y me pelié conmigo mismo y con otros. Siento eso. Y lo hice para tener un espacio donde escribir y leer a gusto. Cuando lo logro, dando las pequeñas concesiones que siempre hay que dar, me aburro, pienso en otra cosa, siento el desgaste, me cuestiono. Son los treinta que se acercan, el miércoles al mediodía, la perspectiva de la tarde solo, escribiendo. (Díos mío, hace algunos años eso me hubiera parecido el paraiso.) El mundo se vuelve un lugar seguro pero a un precio terrible y cualquier astilla en madera me hace dudar.

Pero dejemos que aparezca la razón, tan desprestigiada y atacada. Con su ayuda domino mi histeria. Hay que parar la pelota, las cosas no van tan mal. Mientras los puntos den para zafar del descenso hay que seguir jugando con tranquilidad. ¿Por qué si uno desconfía de todas las autoridades por qué no deconfiar de las propias certezas de fracaso? El infierno son los otros, pero el fuego y las brasas lo ponemos nosotros. Porque al final levantarse y preguntar ¿qué hice con mi vida? es una forma de seguir haciendo lo que uno quiere, para bien o para mal.

4 Comments:

Anonymous Anonymous said...

no te aflijas por esas tardes que te pasás escribiendo "solo" porque parte de lo que hacés (lo que sale al aire por acá) le alegran las tardes a varios. Por ejemplo a mí.
Me encantan las cosas que contás y que escribís. Algún día me explayo mejor.
jm.
uno de los lectores silenciosos de tu blog

2:12 PM  
Blogger Terra said...

Gracias Juan Manuel. Se agradece en serio.

3:15 PM  
Anonymous Anonymous said...

Es difícil para quien escribe abrir los codos, pero más difícil es que lo inviten a comer. La mesa es chica, y se contentan con que sea de madera apolillada. No basta tener un gusto exquisito, ni modales intachables. No es una cuestión de talento, sino de persistencia. Ni siquiera la certeza del fracaso ni la del talento, porque esto tampoco te da para comer. Las cosas se logran a "prepotencia de trabajo", como decía el persistente Arlt, otro indeseable en cualquier mesa de señora de su casa.-
¿Es algo de esto de lo que hablás . . ?
Me cambiaste las memorias de París por los corneteos de Rhino Star, pero no importa. Ud. produzca, produzca ...

Saludos

4:28 PM  
Anonymous Anonymous said...

Otra que se une al grupo de lectores silenciosos. Me parece raro y agradable a la vez, presentirte con nostalgia. Pero doy fe. Aquello te parecia el paraiso. No se si son los 30 que se acercan, o que uno no es el mismo a los 20 que a los 30. No es lo mismo ¿no? De todos modos, tratandose de vos, que te pasen estas cosas es un sintoma de salud. Brindo por eso.

7:01 PM  

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