buscando
-¿Qué hacés, Claudio?
- Nada, nada. (¿Dónde puse los lentes?)
- Claudio...
- Sí, ya va... (A ver si los dejé en la mesada de la cocina...)
- No me digas que perdiste los lentes de nuevo...
- No, Matilde, no. (¿Serán esos? A ver... No, esto es una galletita con forma de cocodrilo. Sin los lentes no veo un carajo.)
- Claudio, si perdiste los lentes otra vez...
- No, pero ¿cómo voy a perder los lentes, Matilde? (Esta mina me lee los pensamientos, qué barbaridad...)
1 Comments:
estoy cada vez más enganchado a tus diálogos rinocerónticos...
y sí, la mayoría de las féminas nacen con el increíble poder de leer las mentes jejeje
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