Internet y los libros
A los libros se llega por las editoriales. Y en las editoriales hay cosas que dan plata inmeditamente (El Quijote y Coelho, por ejemplo) y cosas que no se sabe. En la franja en que se toman riesgos todo es muy subjetivo. No azaroso, pero sí extremadamente subjetivo. Y personal. Las decisiones las toman muy pocas personas. Ahí sí hay algo de suerte. Como fuere, el cuello de botella no está presente sólo en el slide-guitar.
Internet es otra cosa. Es una madre displiciente y permisiva. Acepta todo y lo ve pasar apenas con una mueca. Si te querés tirar de un cuarto piso con una paracaídas casero, ella te va a dejar. Si querés colgar tus poemas trasnochados o tu opera omnia de su soga de la ropa, ella tiene un lugar para que lo hagas.
Ahora bien, se trata sin duda de una madre joven y en una ciudad demasiado central de un país periférico, todavía no sabemos bien hacia dónde va la cosa.
En mi caso particular, mi cultura viene dada por el libro. Si el Parque Rivadavia marca tanto mi infancia y mi vida se debe a que, desde que tengo lucidez para leer, es un lugar donde hay toboganes y libros. (Aunque quizás debería decir "material impreso", porque las revistas y aledaños también la jugaron fuerte.)
Ahora, si el camino es el libro, el atajo que corta la leche es Internet. Y ahí se viene la abalancha. Los blogs bien pueden proveerle a muchísima gente la cantidad de literatura necesaria para vivir y vivir bien. De hecho eso ya sucede.
Juan Incardona me dijo hace poco que le gustaría escribir una ponencia para el próximo congreso de estudiantes de letras. Ojalá lo haga. Sería una buena punta para empezar a discutir si tenemos que seguir insistiendo en las editoriales, si tenemos que ponerlo todo en este medio o cuál es la mejor convinación. No sé a ustedes, pero a mí discutir eso me ayudaría.
Internet es otra cosa. Es una madre displiciente y permisiva. Acepta todo y lo ve pasar apenas con una mueca. Si te querés tirar de un cuarto piso con una paracaídas casero, ella te va a dejar. Si querés colgar tus poemas trasnochados o tu opera omnia de su soga de la ropa, ella tiene un lugar para que lo hagas.
Ahora bien, se trata sin duda de una madre joven y en una ciudad demasiado central de un país periférico, todavía no sabemos bien hacia dónde va la cosa.
En mi caso particular, mi cultura viene dada por el libro. Si el Parque Rivadavia marca tanto mi infancia y mi vida se debe a que, desde que tengo lucidez para leer, es un lugar donde hay toboganes y libros. (Aunque quizás debería decir "material impreso", porque las revistas y aledaños también la jugaron fuerte.)
Ahora, si el camino es el libro, el atajo que corta la leche es Internet. Y ahí se viene la abalancha. Los blogs bien pueden proveerle a muchísima gente la cantidad de literatura necesaria para vivir y vivir bien. De hecho eso ya sucede.
Juan Incardona me dijo hace poco que le gustaría escribir una ponencia para el próximo congreso de estudiantes de letras. Ojalá lo haga. Sería una buena punta para empezar a discutir si tenemos que seguir insistiendo en las editoriales, si tenemos que ponerlo todo en este medio o cuál es la mejor convinación. No sé a ustedes, pero a mí discutir eso me ayudaría.
14 Comments:
Lo que tiene de bueno Internet es que abre la posibilidad de llegar a más gente, incluso y sobre todo, a muchos que no agarrarían un libro ni que fuera la soga para no caerse de un precipicio. De repente están navegando y llegan a una página que Oh!, les llama la atención y los enganchaste. La cagada es que hay también mucha gente que no tiene acceso a Internet, y con ellos ¿qué se hace?
Por otro lado, la compu no te la podes llevar en la mochila o bajo el brazo a donde vayas, no sirve para la playa ni el campamento, y no la podes dejar al lado de la cama antes de apagar el velador. Ni hablar de anotaciones en lápiz por todas partes...
Entonces, lo mejor de esta era son las opciones que antes uno no tenía , ¿o no?
Hablando de Internet, leíste Terra lo de Saer en Mal elemento? A vos te gusta Saer, formaba parte de tu equipito?
Eva,
en realidad "el acceso que la gente tiene a internet" es generalmente más práctico y barato que el que se da con el soporte en papel. Si alguien pone un peso en el locutorio, tiene una hora de acceso a música, arte, literatura, diarios, revistas, blogs, etc. Por otra parte, la producción y la edición a través de este medio también es mucho más barata. No sé cuánto vale hacer una tirada de mil ejemplares de una revista en papel, pero obviamente es muchísimo más cara que hacerla por internet, y con menor circulación.
De todos modos, aunque se generan estas condiciones propicias, es cierto que mucha gente no accede o, mejor, no se interesa, pero las causas no pasan por el soporte en sí, sino por otros padecimientos de buena parte de la población: falta de educación, desocupación, pobreza, necesidades inmediatas de todo tipo, en fin, condiciones que impiden que se desarrolle el interés por este medio.
Desde mi punto de vista, la revolución informática que estamos viviendo, internet incluido por supuesto, supone una revolución tecnológica tan grande como la imprenta. Podemos empezar por el correo. El E-mail, evidentemente, ha sustituido, no todo, pero sí buena parte, la función que cumplía el correo tradicional. Estas cosas transforman la sociedad y el modo en que nos relacionamos y pensamos.
En cuanto al apego al libro, yo también lo tengo (aunque cada vez menos), pero si pensamos en las nuevas generaciones, en los chicos y adolescentes, será fácil descubrir que las horas que pasan frente a la pantalla es mucho mayor que la que tienen frente al libro. Por lo tanto, la nostalgia por el libro ellos no la tendrán y, quizás, mucho menos, las generaciones que sigan. Y en este fenómeno casi no haría distinciones de clase, ya que los ciber suelen estar repletos tanto en la capital federal como en los barrios más populares del conurbano bonaerense.
Para terminar, diré, en tono especulativo, pero bastante convencido, de que, con el tiempo, el libro se convertirá en un objeto de museo. Lo informático se lo va a llevar puesto. No sé si será para mejor o peor, pero va a pasar, debido a la satisfacción inmediata que brinda lo informático, con los elementos multimedia, el hipervícnulo, etc., y al menor consumo de recursos naturales del planeta (que en el caso del papel es muy elevado).
Y es muy posible que, con el tiempo, existan medios electrónicos que uno pueda llevarse a la cama o transportarlo en un bolsillo, como pasa con el libro.
Habría que pensar, primero, como señala Juan, hasta qué punto hay que apostar a las editoriales y al soporte tradicional. Por mi parte, me encantaría ver publicado un libro mío en papel, sin embargo, intuyo que eso se vuelve cada vez más anacrónico.
saludos,
Juan Incardona
Por sobre todas las cosas, ojo con la ortografía Juan.
Comparto lo que dijo Eva sobre las virtudes del libro. Creo, además, que Internet puede ser (es) un espacio excelente para publicar lo que no podemos en medios o editoriales, pero dudo que tenga la capacidad de contener a la literatura.
Yo imprimo cuentos de bibliotecas virtuales y los leo en el colectivo, en mi cama, en donde sea. Pero lo hago para conocer al autor y luego comprar el libro, siempre terminaremos en el libro.
Aunque, tal vez, Incardona acabe de convencerme.
Ignacio dice:
Aunque acuerdo con comentarios de Incardona, sus conclusiones no consiguen convencerme. Pienso que la impresión en papel nunca dejará de verse como una legitimación de la obra.
La diferencia entre leer en libro y en pantalla, nunca dejará de ser, para muchos, como la diferencia que hay entre ver un partido de fútbol en el estadio y verlo de reojo por tv.
Ignacio
Y hay muchos millones que prefieren la tele para esos partidos...
Pero la posibilidad de tener obras en tus estanterías, en la librería es algo que Internet no puede darnos. Qué haría yo sin mis libros de Pratchett, sus diferentes ediciones, diferentes idiomas?... Qué sería yo sin mi copia de El Bailarín de Tango y El Ignorante?
Claro, lo puedo leer por Internet, pero quiero tenerlo en formato papel, porque si no, no lo tengo, sólo está en mi ordenador, que no es lo mismo.
Supongo que llegará a un estadio como la música hoy. Tendremos mucha cosa pirata y en formato digital, pero los que amamos los libros y la lectura siempre querremos poseer los libros que más nos gustan y apasionan en formato papel.
Y todo eso sin entrar a discutir sobre funcionalidad, sentimiento, beneficio y precio, que son puntos en los que Internet y Papel sufren un estira y afloja que no tiene un claro vencedor.
Personalmente, no he conseguido leer un libro ENTERO en formato electrónico, porque me distrae, me cansa y al final me pierde. Los blogs son otra cosa...cortos, concisos y anecdóticos.
Yo sigo pensando que sin un buen libro (físico) la vida es un poco menos vida...
Muchos millones prefieren la tele, es verdad, pero los centenares que van al estadio entablan una relación más atenta con el espectáculo.--Ignacio.
bueno, digan lo que quieran,
yo pregunto:
¿cómo puede andar literateando a diestra
y siniestra uno que frescosamente
escribe -insulta- "abalancha" y
"convinaciones"?
Pero Terranoba no es Harlt: fue profezor unibercitario, y es un escritor conzajrado por la kritika ezpesialisada.
¿La convinación es convidar con vino?
Y Terra, te gusta Saer o no? Tu público quiere saber..
Sí, me gusta.
Y leíste lo que escribió Casas en malelemento sobre él, me pareció irrespetuoso...no sé...al menos raro...no me gustaría morirme y que este pibe me despelleje en la web.
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