Friday, August 31, 2007

sé que es difícil pero mantengamos la calma


Thursday, August 30, 2007

malentendidos de todo tipo


Esto no es un rinocertone, charly 1.
Esto es la porción de vida paranóica que me toca.

Wednesday, August 29, 2007

el último

Tuesday, August 28, 2007

producto de una gran malentendido

"En fin, una política de Big Names, con alguno de ellos productos de un gran malentendido. Una intención de no polemizar, de no asustar al lector tradicional de La Nación, de no pasarse de una raya demasiado cercana, hacen peligrar un proyecto potencialmente rico como parecía ser adncultura."
Excelente nota de Noriega en Hipercritico.

dicen que no tengo paciencia


Es verdad.

martes a la tarde (QD)

Me entero por un libro anodino que Constacio C. Vigil, autor argentino de libros infantiles, coleccionaba en secreto literatura pornográfica. Menos pecado es el mío, entonces, que soy santurrón de día y blando pornógrafo de noche.

nota desde Córdoba

"Por su parte, Terranova asegura que el sexo es bastante inofensivo como tema y muy ganchero desde el marketing. Por eso cree que el verdadero desafío para la generación de escritores que participan de En celo será escribir sobre política. “Por ahora somos todos amigos y estamos todos de acuerdo, pero porque nadie escribió sobre política”, asegura."

La fuerza de lo simple

El periodista y escritor Juan Terranova se propuso contar la historia de María Livia, un ama de casa salteña que escucha la voz de la Virgen.


Por Claudio Pombinho - Especial para Los Andes.


"Los peregrinos amanecen en el desierto. El paisaje es prehistórico. Un árbol en el horizonte o al costado de la ruta. A las seis menos cuarto ya es de día y no hay nubes en el cielo. El que tuvo la suerte de conciliar el sueño, se despereza. Los vidrios empiezan a templarse y el aire acondicionado trabaja bien. Los peregrinos se van animando y se escuchan las primeras quejas sobre el tránsito, el baño y el agua para el mate que se enfrió durante la noche".


Publicado recientemente por Editorial Sudamericana, "La Virgen del Cerro; María Livia y el milagro de la fe" propone una visión diferente acerca del multitudinario fenómeno despertado por María Livia de Obeid, una mujer de familia que manifiesta recibir desde el año 1990 mensajes de la Virgen María y el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, además de estigmas en sus manos y sus pies.

Miles de personas, procedentes de todo el país, se congregan sábado tras sábado en peregrinación hacia un santuario erigido en nombre de la Virgen en la zona de Tres Cerritos, Salta, en el que María Livia brinda en Oración de Intercesión los mensajes recibidos (cuya publicación en forma impresa fue autorizada por autoridades eclesiásticas en 1997) e impone sus manos uno a uno a cada peregrino, muchos de los cuales depositan en ese momento una gran carga emocional sustentada en la inmensa fe que la mujer despierta en ellos. Con un particular enfoque trabajado con minuciosa sutileza desde el detalle y la exposición informada, esta crónica de la peregrinación asoma como una obra fresca y original, tan comprometida con el tema abordado como con su construcción literaria.

En charla telefónica con Los Andes desde Buenos Aires el autor (entre cuyas obras puede encontrarse una novela basada enteramente en diálogos entre un ginecólogo y un fotógrafo porno, o un cuento en el que trata de entretenida manera el tema del sadomasoquismo), confiesa, entre risas: "Soy como esos músicos del ochocientos que hacían música sacra o pagana según el día".


Voz de un autor inquieto


-Más allá del fenómeno de la peregrinación al cerro de Salta, que es de por sí muy atrapante, llama la atención la manera en que está construido el libro, en el que mencionás dos referentes puntuales: los 'Cuentos de Canterbury', de Chaucer, basados en el recorrido de una peregrinación, y la idea del Centón griego y romano.


- En realidad hay también un tercero, que me ayudó con la crónica y que no menciono en el libro porque es quizá muy del escritorio del escritor, el cronista o el periodista, que se llama 'Hubo una vez una guerra', de John Steinbeck: una crónica muy detallada de un viaje que él hace acompañando a un comando del ejército norteamericano que se incorpora a la Segunda Guerra Mundial, un viaje desde Nueva York hasta Inglaterra. Lo que Steinbeck hace ahí es excluirse totalmente de la narración. No aparece la primera persona. Pone una cámara y registra todo lo que pasa, mientras que en el prólogo escribe 'la historia era lo suficientemente importante como para que yo no apareciera'. El Centón aparece porque fue una especie de peregrinación por internet también: buscar información, bajar encíclicas que no tenía, cosas así. En algún sentido el libro se fue armando con retazos de información...

-Durante todo el recorrido del libro surgen digresiones, como el momento en que hablando del gobernador de Salta escribís 'Juan Carlos Romero no es un nombre excepcional' y citás desde allí una lista de personas llamadas Juan Carlos Romero que aparecen en internet, todo con un humor muy sutil…

-Me alegra que se vea eso, no quería hacer un libro solemne. Lo que más salta a la vista en la peregrinación es un ascetismo muy particular, muy fuerte, franciscano en un punto, si cabe el adjetivo, algo que me parecía que podía volver solemne lo que como en toda peregrinación -retomando con esto a Chaucer- tenía también momentos de candidez, fraternidad o humor.

-Saltemos unas páginas: aparece de manera muy fuerte en el libro esa frase de la Virgen que dice 'no le hablen de mí a la gente, cuéntenme a mí de ellos'.

-Sí, esa es una de las cosas que la Virgen le habría dicho a María Livia. Me pareció muy interesante porque en general parecería que el mandato de evangelización fuese 'Bueno, vayan y digan que yo soy muy importante, véndanme así me compran y seguimos progresando', cuando aquí está esa idea de 'no, yo quiero escuchar'. Es una frase muy linda.

-Volviendo a la peregrinación, en el relato de esos momentos aparecen personajes muy cotidianos pero de una particularidad atrayente.

-Bueno, siempre está la tentación de hacer algo mucho más barroco, y con esto volvemos a Chaucer. Por más que pasó un montón de tiempo desde que escribió los 'Cuentos de Canterbury', los peregrinos siguen siendo una masa de gente muy poco pudorosa en algunos casos y muy comunicativa en otros, un grupo que llega a un lugar y se instala. Hay siempre muchos personajes en una peregrinación, por más introspectiva que sea, y eso que la de Salta debe ser una de las peregrinaciones más introspectivas del país y del mundo. Porque realmente uno camina en silencio, reza mucho, pero igualmente lo humano, sobre todo en los momentos de distensión, aparece con mucha fuerza.


-¿La experiencia fue también para vos muy fuerte en lo personal?


-Para poder hacer la crónica uno puede tomar dos actitudes: plegarse a la peregrinación o estar siempre por afuera. En este caso yo me plegué. Viví todo lo que vivieron los peregrinos, y es muy difícil sustraerse de eso. Claro que con mis diferencias, ¿no?, porque la peregrinación está llena de conversos y de gente que a veces cree con una fuerza que puede ser saturante. Yo venía con mi educación cristiana, católica, más pragmático, menos místico en algún punto, y algunas cosas me resultaban chocantes. Son diferentes formas de encarar la fe, pero sí, fue una experiencia fuerte.

-Hay por otro lado un llamado continuo de atención a la música que suena en el lugar, la que describís como 'melodías seudo-pop kitsch de sintetizadores, bajo eléctrico y baterías programadas'.

-Es que tenés, desde los cantos gregorianos, seiscientos años de música sacra excelente, y por ahí te ponen siempre una música que vos decís… (risas). Y de golpe tocó un organista salteño, un artesano de la música, interpretó un poco de Bach, el Clave bien temperado, y fue como, ¿viste?, en el medio del bosque, esperando la comunión, fue algo fuerte...


-La primera impresión del libro es engañosa, una edición muy a tono con otras que tienen que ver con la religión.

-Sí, la tapa parece medio New Age. Era meterse en ese nicho del mercado, a ver qué pasaba ahí, eso me seducía: que pudiera leerme alguno de los peregrinos en vez de que me lean sólo aquellos que por ahí se especializan en literatura argentina o suelen tratar temas intelectuales.

-En un momento de la narración contrastás la teología con la filosofía occidental. ¿De dónde surge ese interés?

-Es algo en lo que creo y de lo que me he ido dando cuenta con el tiempo. En el libro digo que la filosofía occidental es la hermana boba de la teología. Las preguntas que se hizo la filosofía -y digo hizo porque hoy quizás entró en un globo medio extraño de vacío- son preguntas que la teología se hizo hace muchísimo, las respondió y pasó a otra cosa. Fue muy fuerte encontrarme en su momento con las confesiones de San Agustín o Santo Tomás de Aquino, ver esos textos que son tan fuertes, mismo las encíclicas, La Biblia: volver a leerla, recorrer su periferia, no solamente los evangelios o el viejo testamento sino también las cartas a los Corintios o lo que hizo Pablo, que para mí fue un gran peregrino. Creo que ahí hay textos que están tratando cosas de manera muy fuerte, cosas que no entran en ningún relativismo y que al mismo tiempo tienen un espesor literario innegable. En ese sentido, y soy un completo amateur de la teología, me interesaría mucho recuperar eso frente a otros pensadores de la filosofía que no me dicen nada, o me dicen muy poco.


-Hay cierta lucha en tus trabajos contra la 'pose intelectual de escritor', ¿verdad?

-Sí, pero no podría tomármelo tan en serio, eso es algo que se puede rastrear en toda la historia de la cultura. Personalmente trato de hacer cosas que tengan la fuerza de lo simple, no irme por las ramas: al fin y al cabo, la literatura que me gusta consumir.

Monday, August 27, 2007

novelita china en verso

Sobre Señores Chinos de Sergio Pángaro
La amabilidad del señor Tao, dice Sergio Pángaro, muchas veces es sólo una sonrisa. Parafraseándolo, podríamos decir que la elegancia de Señores Chinos también lo es: una sonrisa amable, ligeramente enigmática. Un pintor irascible y occidental cuenta la historia de su desengaño amoroso. El Señor Tao se presenta como su amigo y confesor y el señor Wu es su sirviente. El Señor Kono, un comprador de arte indeseado.
Al ritmo de versos sueltos, el libro comienza con una teoría del amor en relación a los sabores y se extienden en discusiones sobre la belleza y el dolor en el arte moderno. Las metáforas de Pángaro exploran a conciencia la sensualidad de lo simple –"El Dolor es como un funcionario metódico./ De nada sirve decirle que ya no es necesario"–, para construir un entramado que se enrarece a medida que la acción avanza. Si el Tao Te King, también conocido como "el libro del camino y su virtud", está en la base de Señores Chinos, no hay burla y sería forzado hablar de parodia. Lo que sí encontramos es una reescritura piadosa que retoma el estilo de la síntesis y la máxima.
Sin embargo, pese a la calma y al equilibrio, los momentos de violencia suceden: El Señor Tao le regala al pintor una imagen de jade donde dos dragones feroces despedazando una paloma. Criados suspicaces, leones de piedra, parques chinos, los lentos y parsimoniosos movimientos que les suponemos a los orientales, entonces, están aquí. Pero aparecen cortados, sesgados, sin un rigor que pondría pesados pruritos. No hay misticismo o encandilamiento, menos aun respeto por la tradición a priori, en estos Señores Chinos. El tiempo del relato es el hoy y el ahora. Como si Pángaro advirtiera que en la actualidad y en la Argentina la seducción de la placidez todavía sigue siendo posible y no es patrimonio privativo de Oriente.

Sunday, August 26, 2007

Del amor como enfermedad


Dino Buzzati (1906-1972)

Reverenciado por Borges pero poco conocido en la Argentina, fue un narrador exitoso que escribió alegorías sobre el tiempo y la soledad, así como best sellers sobre los desencantos amorosos. Con el Milán de los años 60 como escenario de fondo, la novela “Un amor”, sobre las pasiones no correspondidas, y “Poema en viñetas”, que retoma el mito de Orfeo, llegan por primera vez a la Argentina en excelentes traducciones.

La memoria enciclopédica argentina recuerda El desierto de los tártaros y asocia a su autor, el italiano Dino Buzzati, con el narrador canónico Franz Kafka. Así, al menos, lo leyó Borges, su mejor y al mismo tiempo más incompleto propagandista local. El prólogo que escribió para una temprana edición castiza de la novela habla de “la infinita postergación, pero también del silencio y de la reticencia”. Lo que con escrupuloso y pausado detalle Buzzati cuenta en El desierto... es la preparación del teniente Giovanni Drogo para entrar en combate con unos tártaros que nunca llegan.

Dentro de la Fortaleza Bastiani, donde las acciones se repiten y el único enemigo real es el tiempo, el autor somete a su protagonista a la precisa tortura de la espera. En el silencio y la postergación, entonces, el estado de guardia dura décadas. De allí que el mecanismo de la novela no sea apto para depresivos. Sin embargo, más allá de El desierto de los tártaros y pese al encadenamiento con Kafka, la obra de Buzzati tiene otras aristas. Gracias al esfuerzo de la Editorial Gadir, que desembarca ahora en la Argentina, este narrador italiano conoce nuevas traducciones al español, que muchas veces lo sacan del limbo de lo inédito.

El amor y la angustia. Antonio Dorigo, un poco agraciado pero exitoso escenógrafo, conoce a Laide, una mujer treinta años menor que él, bailarina profesional y prostituta, liberal conocedora de la noche y del Milán secreto “ajeno a las crónicas y a las guías”. Estos son los personajes de Un amor, best seller que Buzzati publicó en el ’63. De un breve y minucioso tratado sobre el prostíbulo, la novela salta rápidamente a una serie de acontecimientos formateados en la desconfianza. El libro entero puede ser reducido a la miseria de Antonio y a la manipulación de Laide.

Ella se hace llevar hasta Módena, y él le cree que va a ver a un primo; ella se escapa, le cuenta que su tía está enferma y él sufre al poseer su cuerpo pero no su atención. Es posible, entonces, que promediando la lectura –pese a que Buzzati es un prosista pulcro y controlado, o quizás a causa de eso– la tensión narrativa pierda fuerza y despunte un poco el tedio. Sin embargo, de construcción sólida, Un amor cuenta con muchísimos aciertos. La esmerada descripción del amor como una enfermedad o una guerra, el autoengaño y la humillación y el preciso examen de la psicología del protagonista –verdadero laboratorio paranoico– funcionan como motores narrativos que alternan y no se detienen. Buzzati narra las esperas de Antonio, mesurables en horas y hasta en minutos, con el preciso cronómetro de la angustia cuyo tictac recuerda la mirada fascinante de la serpiente.

La ciudad oculta. En 1969, Buzzati, que también era artista plástico, dio a conocer su Poema en viñetas - Novela gráfica, una serie de dibujos y textos que retoman el mito de Orfeo y Eurícide en clave pop. Esta vez, el amante es Orfi, un popular proto-rocker, y el submundo al que desciende a buscar a su amada resulta idéntico a Milán. “Para ti, Orfi, es Milán –le dice el portero–, por ser Milán tu vida; para otro es Zagreb, Karlsruhe, Paraná. ¿O te lo imaginabas como lo describió Dante?”.

Mientras la fortaleza Bastiani no tiene una ubicación precisa –lo cual refuerza el ambiente alegórico de El desierto de los tártaros–, Un amor también sucede en el Milán dividido de los 60. Por un lado, la ciudad superficial de las modas y los modales. Por el otro, los recorridos oscuros, que sobreviven ocultos, casi medievales, de los cuales Laide es consecuencia, emergente, “el símbolo de un mundo plebeyo, nocturno, alegre, vicioso, perversamente intrépido y seguro de sí mismo que fermentaba con vida insaciable en torno al tedio y a la respetabilidad de los burgueses”.

Construido en esa tensión, Un amor propone, en el fondo, una tesis política. La división de clases determina humores y comportamientos. Mientras Laide es “descarada, pícara, coqueta, vulgarota, segura de sí misma”, Antonio encarna al típico burgués satisfecho en su tedio y su fragilidad. Su unión es de necesidad y el hastío de uno es el deseo del otro, pero es en el proletario donde parece refugiarse la vida. Al final del capítulo XXXI de la novela, al pasar surge la dislocada alegoría kafkiana. Antonio examina su posición de sufriente irredento y la compara con la de un príncipe altivo que por orden del rey es desnudado y encadenado a un remo de una galera. El rey no explica el porqué y, sin embargo, el príncipe comprende confusamente que debe existir un motivo justo. El guiño también propone una hipótesis de lectura. Como si, invirtiendo la relación con Kafka, Buzzati mostrara que la desesperación no siempre es filosófica o tiene forma de metáfora, y puede vivir en la indeterminación de un amor cortado por las afectaciones sociales o en las arrebatadas obsesiones de un solitario.

Saturday, August 25, 2007

border

Y cuando vos pensabas que esto había llegado demasiado lejos...

máxima de sábado a la tarde (QD)

El pudor del autobombo lo diseñan tus enemigos más débiles.

Friday, August 24, 2007

el docente como obstáculo epistemológico

Un pdf de Patricio Zunini.
Y uno de los mejores títulos que escuché este año.

conversación a la hora de la cena


- ¿Está enojado Terranova?
- No creo, che, ¿por qué preguntas?
- No, me dijeron eso...
- No, no creo.
- ¿Y a vos qué te pasó en el ojo?
- Ah, ¿esto? No es nada... Me lo crucé y me tiró con una tijera.
- ¿Quién? ¿Terranova?
- Qué histérico. Casi te saca un ojo.
- No, si un boludo alegre, qué me va a sacar.

fábula de la justicia social

crónicas de santos

Reglas tácitas del periodismo:
1. Siempre que te puedan calzar el titular sensacionalista, te lo van a calzar.
2. Nunca le cuentes a un periodista tus verdaderos sentimientos.
3. Los fotógrafos tienen todos -todos- severos daños mentales.
Una excelente nota de Julián Gorodischer sobre La Virgen del Cerro en ese diario que todos amamos en silencio.

jesuitas guerrilleros

Contra el canon, el cine, el MALBA, compactos Anagrama, el arte abstracto, Jack Skellington, el poemuffin, el speed con vodka, el barrio de Palermo, las instalaciones, las peluquerías, Fito Páez, la fotografía, Pizzaiolla, la ropa de diseñador, los jóvenes serios, el Sturm und Drang, la ropa a rayas, la Casa Brandon, el sushi, el tango electrónico, los creativos publicitarios, los libros de Celeste Cid, las boinas, los fotologs, la Revolución Industrial, Soda Stereo, Riquelme en la selección, la JG, entre otros.
Si yo dirigiera ADN, ficho ya a estos pibes. Como decimos siempre con el chicato, duramos apenas dos semanas, ¡pero qué dos semanas, papá!

Godoy según Linne

"Y también en Mantis estaba Funes, con su muchacha Lunita y su amiga Chavar; Funes estoico cual granadero de la gallarda literatura under sentado junto a la columna, con sus libritos encuadernados a mano con un lejano aire a los cuadernos águila. Primero, como siempre (yo), actitud cínica. Eh, el precio. Eh, loco, sólo porque sos amigo, eh, una moneda, vieja. Pero después tuve entre mis manos Escolástica peronista ilustrada, de Carlos Godoy y me caí de orto: me lo devoré, lo vomité y me lo volví a comer. Sumado a eso, te enamorás del libro como objeto, así que, una vez más el groupie ácido dice: gracias, Funes, haz hecho tu buena acción del semestre, has editado un gran y bello libro. Y a la mañana siguiente, mientras lo releía completito, llamaron dos amigos y les leí algunos versos: no suele pasar que lees algo por teléfono y podés escuchar felicidad (unánime) del otro lado del tubo. Lo único, bueno, por culpa del libro de Godoy me bajé veinte cuadras después de mi parada, tuve que tomar un taxi y escuchar en una am cómo un trasnochado-descompensado-idiota-apocalíptico (como mi ex psicólogo pero peor) pontificaba a favor del terremoto de Perú. En fin, al menos me comí una gran hamburguesa, con todos los condimentos, en Pancho 95 que, como todos los lectores godoyanos ahora sabemos, es bien peronista."

Thursday, August 23, 2007

gracias

Hernán Arias escribe sobre La Virgen del Cerro.

encuentro con un best-seller de la teoría cultural

Carlo, Carlo, oggi Menocchio abreve fatto un blog!

Wednesday, August 22, 2007

editorial funesiana (uno)



Editorial Funesiana acaba de poner a la venta la Escolástica Peronista Ilustrada de Carlos Godoy en una edición limitada, tapa dura, terminada a mano, $22. Ultrarecomendado.

Acá, una entrevista al autor.

Al narrador menor de la antología (QD)

De esa gloria, que aja la rosa que venera.
Contigo fueron más piadosos, hermano.
Eres una palabra en un índice.
Los días son una red de triviales miserias.

¿Y si prefiero no quedar, no permanecer, no trascender?
Ser el día a día, como el blog de un adolescente que duda.

Tuesday, August 21, 2007

para navidad

LLEGO EL MEJOR COMPILADO DE TEST
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Monday, August 20, 2007

La corriente se lleva el retrato de mi amada.
Al otro lado del arroyo,
Un relámpago cruza las nubes.
– Tu ira es exceso de electricidad.
El cielo ha descargado electricidad en un órgano.


Señores Chinos, Sergio Pángaro.

La experiencia paranóica

n
Entrevista con Rafael Cippolini

Llega a la entrevista y muestra un libro: El fuego secreto de los filósofos, de Patrick Harpur. “Este es el tipo de ensayos que me gustan, el autor trata de comprobar el surgimiento de la imaginación a partir de la represión de los seres feéricos, algo completamente incomprobable. En el intento, se construye una historia de la imaginación.” Rafael Cippolini acaba de publicar una serie de ensayos que mezclan a Borges, los Sex Pistols y Guy Debord, para llegar hasta la interacción de Palito Ortega con Marcel Duchamp, cuyo título es Contagiosa paranoia.

El uso descontracturado de la primera persona como disparador o verificador de la hipótesis, títulos como “Los niños mutantes de Villa María rompen todo”, el examen sin prejuicios y sin apuros de objetos efímeros y la evidente alegría de la reflexión hacen de éste un libro amable en su excentricidad y potente en su lucidez. La prosa es allí antes elástica que blanda y la preocupación por el arte contemporáneo resulta constante.

Tus textos parecen reírse de la agenda académica, aunque con una risa fraternal. ¿Cuál es tu relación con los ensayistas académicos?

-La academia es una bolsa de gatos. Hay gente que trabaja muy bien y también hay aduaneros. En las últimas décadas lo que vimos, y estoy siendo un poco exagerado, es demasiada cautela. Siempre aparece el tema de las hipótesis. A mí me gustan las hipótesis desmesuradas, como la de Harpur.

¿Qué tiene que tener el ensayo para que te resulte atractivo?

-Todo género puede ser peligroso porque viene pegado a la noción de identidad. Para mí, la idea de identidad es una de las grandes trampas del siglo XX. Muchas veces la identidad genera cortocircuitos que nosotros creemos que son anclajes, pero no, son cortocircuitos. El género como plataforma de lanzamiento, entonces, sí. Como meta, no. Y esto se vincula a mi elección del ensayo. El ensayo siempre es provisorio, es una prueba, es como ensayar con una banda o con una orquesta. A un ensayo lo sucede otro ensayo, y así.

¿Cómo pensás los cruces que ofrecés en relación con la identidad?

-Bueno, ¿qué pensaría Gregorio Samsa hoy de los Transformers? Samsa es el primer Transformer. No es mecánico, pero ya oblitera esa cuestión de la identidad. ¿Qué es la identidad? ¿Por qué no puedo relacionar Lezama Lima con Sonic Youth? El concepto de campo de Bourdieu, que da tantas respuestas, me parece vomitivo. Yo me veo como un enemigo del sentido, lo cual no quiere decir defender la contracara del sinsentido. Pero a esas respuestas tan fáciles yo les desconfío. Siguiendo esta línea de pensamiento, mi próxima curadoría va a ser en Second Life, donde las identidades se transforman.

La actividad de Cippolini como curador es tan intensa como su afición por la teoría y la escritura. Las últimas muestras que organizó fueron en lugares enormes como el Penal de Ushuaia y los museos Macro y Castagnino de Rosario, simultáneamente.

- En Second Life puedo hacer cosas imposibles en el mundo físico.

¿Por ejemplo?

- Por ejemplo, algo antigravitatorio que se pueda visitar desde cualquier parte del mundo.

¿El arte contemporáneo necesita de la narración crítica para existir en forma acabada? ¿La anécdota tiene valor para el ensayo?

- Sí, totalmente. Lo mejor del arte contemporáneo es que está lleno de interrogantes, lleno de enigmas. ¿Cómo hago para leer esto? O mejor, ¿qué es esto? Una anécdota es una lectura, es una edición, es un nudo de la memoria. Y no hay que desatarlos, más bien hay que ver de qué están compuestos. Cuando sirven para enrarecer, entonces, creo que está bien. Ahora, cuando aparece una narrativa que explica, eso empobrece. En este sentido, el ensayo para mí es como el sonajero del perverso polimorfo. El ensayo sigue siendo la otredad del tratado. Mientras el tratado es una voz plural que intenta fijar algo, el ensayo siempre es un tránsito, un recorrido personal.

¿Alguna vez te pensaste como coleccionista?

-En un momento, una colección clásica implicaba tener un gran esquema para, en algún momento, completarlo. O sea, había una pretensión de llenado. A mí me interesan más las ausencias, precisamente porque es ahí donde están las fugas de sentido, ese intervalo perdido. Dime cuáles son tus ausencias y cómo están construidas, y te diré quién eres. En este sentido, trato de detectar ausencias, marginados, marginales, lo que queda afuera. Si el canon es una colección, a mí me interesa el reverso de esa colección. La llamada alta cultura está llena de desperdicios que son interesantes, son complejos; entonces, se puede ir cartoneando, se pueden ir juntando esos pedazos. Creo que mi escritura tiene mucho de ese rejunte.

En el libro aparece el Parque Rivadavia, ¿qué importancia tiene para vos?

-Los libreros del parque, los monumentos, el lugar de paso, de interacción, es para mí casi una segunda casa. Mujica Lainez decía que si el lector entendía Venecia, iba a entender lo que él escribía. En mi caso, el que entiende el Parque Rivadavia, entiende lo que hago.

Sunday, August 19, 2007

de un mail de Freddy

"Terra, sos un siome, un verdadero pelotudo. Te perdono porque te quiero. Y está bien eso de hacer un suplemento cultural es difícil porque te corren por izquierda o por derecha, hagas lo que hagas. Pero el nudo es simple, mi viejo. Si a los forritos intelectuales progres argentinos los comprás con nada. Los citás en una notita y ya está. Un huesito y a la cucha. Mirá la ensalada que se mandó la Drucarof en Perfil. Parece la guía telefónica. Todavía pesa salir en el diario de papel, más si lo único que hacés es poner boludeces en un blog. Pero hay que saber elegir. Agarrás a los que están dulces y hacés la rosca con ellos. Y listo. No te jode nadie más. Peronismo uno. Te los cojés a todos. El tema es que acá de lo único que se discute es de guita, nadie habla de política. Prestigio y guita, porque el prestigio es guita de última. ¿Ustedes se pensaron que ya está, que ya se acabo la historia a lo Fukuyama? No, viejo, toda esa cohesión y hermandad se va a ir a la mierda cuando suenen los primeros acordes de la política. Y recién ahí vamos a poder hablar de qué es lo bueno y lo mejor. ¿Por qué no volvés a la política, Terra? ¿Te da pereza? Bueno, ya me embarré yo también. Lo que quiero decir es que lo mejor que te puede pasar a vos es que los que nacieron en la década del 80 escriban como el culo, porque sino va a ser por ahí por donde vas a sangrar. De onda, te lo digo."

todavía diferenciamos la pimienta y el invierno

No seremos los mejores, lo admito. Quizás seamos los peores, ok. Pero, jamás caímos en imbecilidades como estas. Nueva narrativa argentina, joven guardia pretoriana, jóvenes narradores, hinchas del subsidio y el extravío, o como carajo les guste llamarlo, ¡salud!

Saturday, August 18, 2007

dos de la bayer

El Cuestionario Brown sobre la critica teatral
y Tengo un gato anoréxico. Enjoy.

Friday, August 17, 2007

viernes a la tarde (QD)

Hoy, toda la mañana con Dolphy. Y también me traigo los discos a la redacción. El proyecto es comparar su versión de Oleo con la que Rollins grabó en Zürich a principios del 59. Cuando salgo del subte y en Av. de Mayo siento que hace frío, pienso que lo tengo que poner en el blog. No entiendo pero tampoco me molesta mi obsesión por el clima. Seis grados, hoy, a las diez y media, cuando me levanté. Quizás tendría que escribir una novela con un meteorólogo de protagonista. Una novela corta que empieza con una conversación de ascensor y termina en un observatorio del bajo con el meteorólogo llorando y mirando el agua del Rio de la Plata.

Thursday, August 16, 2007

mi nombre es Rufus

Señores, Esteban "Tiro Loco" Schmidt

"Jack, calm down porque necesito ver the big picture." El Tato Bores que nos tocó en suerte presentó En celo con este texto.

Wednesday, August 15, 2007

adn

¿Cortar y pegar borra la ironía?
¿"Los disparos del autor de La virgen del cerro"?
¿"
La fanfarronería argentina parece tomar dimensiones de conspiración internacional"?
¿Cuál es la pregunta, Terranova?
¿De qué estás hablando, Willis?

Juan José Becerra, señores

"El sexo de En celo está también en todos lados. Está donde está y donde no está también. Está en la concupiscencia y en el pudor, en la orgía y en la misa. Está en la infancia y en la decrepitud. Es acto, viaje, vibración, clima, cuenta pendiente, saciedad y sueño: es tiempo y materia. Y si está tan presente, si su marca es la ubicuidad y la dispersión, es porque no alcanza a ser tanto un hecho como un pensamiento."

Tuesday, August 14, 2007

la belleza de hacer el ridículo en público

Ayer, hice de burro en el cuento de Moret. Lo pueden escuchar en el blog del juez, yo entro en la segunda parte. Cuando bajamos del escenario, Marcelo Figueras, que estuvo espléndido, me dijo: "Bueno, ya sabés, si escribiendo no te va bien, podés probar haciendo doblajes de películas porno". Para mí, lejos, fue el mejor momento de la noche.

la gran estafa de la generación cero



Señoras y señores, no es solo una instancia tercer mundista. No se trata de los pillos argentinos que andan por ahí fanfarroneando. Esto ya es conspiración. La prestigiosa revista GRANTA también estafa a sus lectores. En su última edición, la tapa lo dice claro: "Los mejores jóvenes novelistas estadounidenses". Pero, ¿son los mejores? ¿Cómo sabemos si son los mejores? ¿Y cuán jóvenes son? Bueno, nacieron todos en la década del 70, pero ¿cómo que "los mejores"? Como duele la mentira. Que alguien haga algo. Y, para colmo, hay un negrito que muy estadounidense no parece. Será de Bombay o de Lima. Una tristeza que nos mientan tanto. Llamen al INDEC, a los bomberos, hagan la denuncia en los suplementos culturales. Y por favor, por favor, que alguien lo diga, no vaya a ser que nos comamos esta opereta. Es como el cuento de Leo Masliah donde el tipo alquila una película que se llama Cobra y de cobras nada, apenas un policía que se llama Cobretti, corta la pizza con tijera y dice la frase: "Tu eres la enfermedad, yo soy la cura".


Monday, August 13, 2007

lunes a la tarde (QD)

Lo primero que me sale es escribir sobre el clima y justo hoy ni el mediodía pudo borrar la niebla que rodeaba Plaza de Mayo. Ayer, encontré una doble negación en una nota apurada. Algo que no se hace. Esta noche, presentación de la antología de Sudamericana y lo único que tengo es una cita:
"Se pregunta si no es una exageración llama "en celo"
a ese intimar de los insectos bajo la luz"
en Con gusano de Eduardo Ainbinder.

Sunday, August 12, 2007

sax no end

Sahib Shihab dice que este domingo gris tocamos con dos baterías.

Friday, August 10, 2007

this is radio Clash (QD)



Hace frío en al ciudad de Buenos Aires, señores. Pero también hay sol y la redacción se vuelve hasta amigable cuando no hay mucho para hacer. ¿Cuántas veces podés chequear los mails antes de perder el habla? Esquizofrenia civil es el otro nombre del periodismo. ¿Qué sería de nosotros sin la tecnología digital y estos clones a los que llamamos “computadora” con una ingenuidad que sólo el español muestra a veces? Caminaríamos solos como caballos pampeanos perdidos en la inmensidad del horizonte, agitando la cola, espantando las moscas.

Thursday, August 09, 2007


Wednesday, August 08, 2007

lectura silenciosa (QD)







Los blogs se vuelven demasiado ruidosos. Me gusta la calle Lavalle un sábado a la noche, pero la resaca de botellas vacías al mediodía es un paisaje demasiado rancio, como amanecer adolescente en Villa Devoto. La televisión dice que un barrabrava golpeado tiene muerte cerebral. Quizás venga a trabajar a Perfil cuando le den el alta. Pordría escribir sobre deportes o entrar en la planta del suplemento de cultura.

Tuesday, August 07, 2007

hoy es San Cayetano

Te damos gracias, Señor,
por ser bendecidos en nuestros hijos y nietos.
Te damos gracias, Señor,
porque nos fortalecés en la enfermedad.
Te damos gracias, Señor,
porque la educación nos hace crecer en los valores.
Te damos gracias, Señor,
porque nos animás a buscar la paz y la justicia.
Te damos gracias, Señor,
por el milagro de la vida.
Te damos gracias, Señor,
por la protección de quienes ya comparten la vida con vos.
Te damos gracias, Señor,
por la generosidad de la tierra y de tanta gente que lucha
por construir día a día nuestra patria.
Te damos gracias, Señor,
por el trabajo con que nos ganamos el pan.
Te damos gracias, Señor,
porque, al encontrarnos en el Santuario, renovamos nuestra Fe.

Monday, August 06, 2007

Poesía del pudor sutil

"Y si viene Segovia y termina con el arte y con la muerte?" pregunta Daniel Durand en Segovia, el poema largo que abre la antología El estado y él se amaron. Por la mezcla y los guiños de Text Jockey, por las estrofas numeradas de Salto Grande, porque trae inéditos, por el uso consciente de los giros orales, este libro se parece mucho a una radiografía, pero, si se lo sabe leer, también es un mapa generacional, un recorrido de preferencias y un entramado de citas, puestas al servicio de la construcción literaria.

Durand es, sin duda, un poeta de la inspiración, pero también del hurto y la deformidad. Y es una lástima que los poemas ya publicados en otros libros, o sus muy probables reescrituras, no estén fechados. La data, aunque haría más dura y más documental una forma que Durand, sobretodo en lo visual, cuida con especial interés, serviría para apreciar no sólo la evolución de su poética sino que ayudaría a imaginar posibles relaciones con el campo intelectual argentino. Hoy quizás haya textos similares, por ejemplo, a Segovia, pero cuando apareció su brillo era único y cómo y qué retrataba, un empujón renovador.

El uso musical y enigmático de los nombres propios, el cruce entre lo vulgar y lo sublime, la prepotencia y la anécdota, hacen de los poemas de Durand verdaderos golpes de remos en el agua que empujan el bote lírico. En Pedo de fuego, el poeta Tu Fu llega borracho a su barco, en Bardenas, una poeta recita versos pornopops y alguien del público le grita "puta", en Marquina los consejos suenan así "no permitas que nadie te eneseñe a escribir, no dejes que nadie te de indicaciones, no te desalientes, ni preguntes, aprendé solo".
Dejo para los otros las filiaciones entre Durand y los poetas clásicos o contemporáneos, la posibilidad nada desdeñable de constatar que sus traducciones hacen eco en sus ideas. En su lugar, prefiero un acercamiento despreocupado y gozoso, que cuando no genera sorpresa, anima el sutil pudor que genera el placer de la lectura.

Sunday, August 05, 2007

noticias de Ediciones Funesianas

Ediciones Funesianas acaba de tirar veinticinco ejemplares numerados de la Escolástica Peronista Ilustrada de Carlos Godoy. Son libros hechos y cosidos a mano, con una excelente terminación. Esta semana están a la venta en el puestito que Funes lleva a todos los eventos. La otra noticia es que Ediciones Funesianas quiere publicar en ese formato las Cartas al duque. Pero yo no me decido a dar el sí.

Saturday, August 04, 2007

prosa periodística

"Su provocación, entonces, es indirecta. Más interesante hubiera sido que asumiera su deseo y tildara él mismo, con una brutalidad no menor, a los jóvenes en cuestión de ignorantes."

Friday, August 03, 2007


la ansiedad nos destruye y nos ama

El rufián lee En celo y descubre que le robo a Palahniuk.
El juez Zunini entrevista al Chueco. El evento del lunes 13 promete.

Thursday, August 02, 2007

espera la primavera, John Fante



Si hoy los lectores del español podemos acceder a la obra de John Fante, esto se debe a, en primer lugar, la insistencia con que Charles Bukowski lo citó como su referente ineludible y, en una segunda pero no menor instancia, al oído comercial de Jorge Herralde, mítico editor del sello catalán Anagrama. Bukowski y Fante fueron, de hecho, contemporáneos y afines en muchos sentidos. Uno murió en 1994, el otro en 1983, y ambos pasaron sus vidas en la Costa Oeste. Insistir en sus coincidencias es, entonces, ir con el viento. Por otra parte, la diferencia sustancial de sus mundos narrativos es menos frecuentada.

Si bien ambos contaron su propia existencia con o sin alter egos, narraron historias simples y potentes, y son paradigma de la fusión de vida y arte en la desgracia, mientras Bukowski había nacido en Alemania y fue rápidamente emigrado por sus padres a los Estados Unidos, Fante era hijo de italianos. En él, la religión católica persiste como una duda –¿existe Dios?– y es estigma de una minoría en una nación protestante. En Bukowski, todo se funde en un único rechazo capitalista que destroza a los que no quieren o no pueden integrarse. De allí que Fante narre los cimientos agrietados de un mundo en descomposición, mientras Bukowski vuelve una y otra vez a las escandalosas hilachas de la descomposición.

Italoamericano. Al oeste de Roma, compuesta por la novela breve Mi perro idiota y el cuento largo La orgía, es un claro ejemplo de esta diferencia. San Jenaro, el patrón de Nápoles, aparece, por caso, en las dos historias tanto o más que la ciudad eterna. En Mi perro idiota, Roma resuena en la cabeza de Henry Molise –al igual que Fante, un escritor y guionista con problemas de inserción– como una fantasía erótica lejana que no se extingue. El fracaso profesional es llevadero con la ayuda del gobierno: “(...) directores huraños y agresivos, actores de carácter impecablemente trajeados, todos avanzando en las tres colas entre ingenieros electrónicos, agricultores y científicos deseosos de contar que habían participado en el proyecto Apolo”. Pero la familia, parada en la bisagra generacional de los años 70, es algo que el protagonista no termina de entender. Por un lado, cambiaría a sus cuatro hijos por “un Porsche nuevo, incluso por un MG TC”; por otro, cuando finalmente abandonan la casa californiana de Point Dume, su vida se vuelve vacía y sólo la relación con un perro vagabundo bautizado Idiota parece fondearlo en el mundo. Lejos de los solitarios y ácidos borrachos de Bukowski o Carver, entonces, la familia disfuncional de Mi perro idiota está más cerca de los gregarios borrachines de Cheever.

Por su parte, La orgía es un crudo relato de iniciación. El narrador tiene diez años, su padre es albañil y trabaja con otro italiano que es ateo. Un día heredan una mina de oro. Su madre odia al ateo y la mina de oro resulta ser la excusa de algo mucho más complejo que la promesa de una vida mejor. Esta vez, Fante describe la clase trabajadora en forma directa, sin la sombra de la lucha de clases, y arma un fino retrato de los años 20 donde el trabajo manual era la sal de la vida y el revés de la trama incluía borracheras condimentadas con el despunte de alguna perversión menor. Y entre el hormigón y los ladrillos, el interlocutor es el Dios cristiano que pone pruebas y acepta desafíos. La practicidad residual católica aparece todo el tiempo: “Alguien habrá ahí arriba con ganas de echar una mano a vuestro padre”, dice el albañil cuando piden que recen por el oro.

Tetralogía. Si Bukowski tuvo a su Henry Chinaski, cartero, apostador y, por supuesto, guionista de cine, Fante confeccionó, en Arturo Bandini, su reflejo biográfico que había llegado a California desde los Abruzos y odiaba la nieve. La saga de sus novelas incluye Pregúntale al polvo, Camino a Los Angeles, Sueños de Bunker Hill y Espera la primavera, Bandini, un título con música italiana. En la Argentina, el platense Gabriel Bañez fue uno de los pocos escritores que entendieron a Bandini y en darse cuenta de que Fante no sólo resistía la traducción al español sino que se enriquecía con los equívocos del traslado, porque su esencia estaba en otra parte y no en los remilgos del lenguaje.

No sería difícil recorrer el rosario de los escritores y poetas de la Costa Oeste que recibieron su influencia y terminaron por aceptar el mote de “realismo sucio”. Pero ¿quién fue John Fante? ¿Por qué su obra merecería ser leída hoy? Su virtud principal fue la austeridad y la capacidad innegable para retratar la vitalidad de los marginados sin caer en miserabilismos excesivos. Un día se cuenta en una página. Un encuentro amoroso en dos. Una discusión, en media. No hay más información y no se necesita más. En junio de 1979, Bukowski escribió un sentido prólogo a Pregúntale al polvo. Ahí decía que Fante hacía que las palabras fluyeran y que, lejos de la tramposa prestidigitación de los que escriben sin tener nada que decir, mezclaba el humor y el sufrimiento con una sencillez soberbia. No se equivocaba.

los mejores jóvenes escritores argentinos


Cuidado el enchufe, carozo.

Wednesday, August 01, 2007

miércoles a la noche (QD)

La nota en Clarín, excelente ejemplo de que el homenaje incuba el insulto, dispara un sistema clásico: se discute la nota, no el libro, y en un libro podés meter cualquier cosa, porque la indignación llega recién cuando el periodismo mete la mano. Acusaciones de amiguismo, denuncias a los canallas, y un folclore más bien insípido. ¡Qué furia de risas grabadas! (La mía la primera.) En el interín, decisiones editoriales que son externas, te muerden desde atrás. Pero, no se trata de una herida mortal ni mucho menos. El que supera el asco, avanza. Tampoco tanto. Y allá vamos, como decía Leauteaud, "todo es mediocre, pasajero, infantil, sobrestimado". (Y para colmo, el idiota de Guebel me cagó una nota sobre Operación Masotta de Correas que tenía ganas de hacer.)

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