Thursday, June 30, 2005

la buena vida


- No me puedo quejar. Siempre viví bien. Un viaje al caribe o a Lisboa, una buena copa de vino con amigos o solo, acodado en la barra. Mis años cuentan, todos ellos, como batallas ganadas a la mediocridad y a la chatura. La felicidad, en mi caso, fue conquistada siempre através del placer. Y, por supuesto, no me arrepiento. ¿Un consejo? A ver... Estar a la atura de nuestros deseos requiere esfuerzo, concentración y creatividad. ¿Me salió lindo, no? Salud. Hip. (Perdón, es que este Malbec no sé por qué pero me da un poquito de hipo...)

jueves de madrugada

Acá quiero ir yo: http://www.le-rhinoceros.com/

Y si hay un payaso, me gustaría que me hiciera uno de estos:

http://www.multiloisirs.com/ballons/scultptures/rhino.htm

Wednesday, June 29, 2005

A diez minutos del jueves 30, pedido y desafío

Estuve navegando un buen rato, porque tengo que trabajar y no tengo ganas, y no pude encontrar un blog sobre literatura reciente francesa en francés. (Tampoco lo pude encontrar en ningún otro idioma.) ¿Existirá?

Cuando uno pone "la nueva literatura francesa" en el Google, le salen referencias a "La nueva literatura francesa", un, supongo, ensayo que Enrique Gómez Carrillo dio a la imprenta en 1927.

Los blogs de Buenos Aires los conozco, no son tantos. Y me gustan. Me hace falta uno en francés. ¿Quién tiene la posta?

Sobre Veteranos del Pánico de Fabián casas

Leí Veteranos del pánico de Fabián Casas, editado hace muy poco por Eloisa Cartonera.
Acá van mis apuntes de lectura.

Uno. El título suena raro. No estoy seguro de que sea un buen título. Cuando aparece en la naración, sin embargo, y aunque no se explica nada, uno entiende la elección. Después de una breve glosa de los ya clásicos amigos del barrio, el narrador dice: “(...) cada uno de nosotros nos fuimos convirtiendo, inevitablemente, en veteranos del pánico.” Parece excesivo. ¿Una bandita de barrio puede ser tal cosa? ¿No es demasiado?

Hay una frase de Neil Young que es clara al respecto: “Saber que mis problemas son ínfimos no hace que se resuelvan”. Se podría agregar que el miedo no puede ser medido en relación a todo lo demás. El miedo se siente. No es una cuestión de derecho. Nadie tiene derecho a sentir más o menos miedo. Y en Argentina de fines del siglo XX, los pibes se graduaban del miedo en casi cualquier parte.

Dos. Como es costumbre en la obra de Casas las diferentes historias giran en torno del impreciso barrio de Boedo. Hay hasta una breve genealogía de la zona. Esto se agradece. Yo, que me crié comprando revistas en el Parque Rivadavia y cursé trece años fatídicos de estudios en el Normal Nº4, lo agradezco. No se me ocurre qué pueden sentir frente a este texto los lectores de Serondino y Colastiné norte, pero bueno, ellos tiene los libros de Saer. Cada cual se jode como más le gusta y dependiendo del barrio en que haya nacido.

Tres. En la narrativa de Casas la autobiografía aparece como experimentación y la experimentación como autobiografía. No, en realidad, no. No es la autobiografía, es algo sutilmente diferente. Es lo autobiográfico. En todo caso, las piruetas con el idioma le importan poco a Casas. Lejos de eso, es decuidado. El Bosque pulenta empieza así: “Se trata de dos chicos que salen a la vez por las puertas traseras del mismo taxi y, por miles de motivos, no se vuelven a ver más.” No es un recurrir a la oralidad. No es un recurrir a nada. Es la ansiedad y hechar mano a lo que se tiene.

En Ocio se repite un par de veces la palabra “trasero”, que a mí me suena a Bugs Bunny. ¿Vocabulario de subtitulado de película alquilada en el videoclub del barrio? ¿Sintaxis de anécdota contada en una esquina? No importa, si los personajes viven. Y los personajes y la Buenos Aires de Casas viven y viven mucho.

Acá, obviamente, se defiende a Arlt y se lo continúa, pero en serio. No se vocina que se lo va a seguir para después arrugar. Casas lo intelectualiza. Insisto, lo sigue en serio. Aunque quizás sea una comparación estrambótica, como Jorge Asis, lo defiende en la prática. En una de las mejores escenas de Veteranos... aparece prendido. Es un sueño, y en el sueño, el narrador comienza a ser él mismo frente a una multitud después de haber escuchado el prólogo de Los Lanzallamas. Lejos, lo mejor que escribió Arlt, que, de paso, era de Flores.

Cuatro. Veteranos... tiene una Introducción Obligatoria que nos advierte que de este relato salen las historias y los poemas que Casas viene escribiendo desde hace un tiempo. Salen, sí, es cierto. Pero también entran. No quiero contradecir al crítico Paraguayo Roberto Anachuri, porque sería meterme con una ironía. Pero no creo que este ni ningún otro de los textos de Casas sea central. La estructura es más bien tipo telaraña. Hay recurrencias, flujo y reflujo de ideas, situaciones y personajes. Y en tren de decir disparates, todos los caminos nos llevan a Boedo.

Cinco. Casas no está en contra del canon ni está a favor, está al costado. Con las cosas que valen la pena. Mira el conventillo literario desde el otro lado de la calle y con desconfianza. Es una forma de ser. A mí me gusta. Me gusta que sus textos sean breves y que se consigan solamente si se los busca.

Seis. El final de Veteranos... es abrupto. Mi mujer, cuando lo leyó, me dijo que Casas se cansó de escribir y lo largó. Puede ser. En todo caso, escribir cuando uno está cansado es feo. Pero yo no lo veo de esa manera. Si se cansó, no me importa. Para mí la aparición del sexo, la exhibición de la bombacha de la prima, significa el final de la infancia. En todo caso, si esta interpretación no los convence, déjenme decirles que disfrute leyendo el relato. Y a esta altura del partido, eso es mucho.

miércoles a la tarde (observación)

Narrar no es explicar. Narrar es narrar.

envidia?


- ¿Quién? Ah, ese. No, pero ¿cómo me vas a decir eso mujer? No te das cuenta que ese es un exagerado...
- ¿Te parece?
- No, no me parece, me rindo ante las evidencias.
- Claro, desde ese punto de vista...
- Aparte, ¿no era que el tamaño no importaba?
- No, no...
- ¿Y entonces?
- No sé, me da curiosidad, me gustaría experimentar...

Monday, June 27, 2005

lunes a la noche (con crítica)

Me llega un mail de un desconocido. Me escribe que leyó mis libros y por lo que dice y sobre todo por cómo lo dice, le creo. Copio una parte:

"No puedo decir que El Bailarín... o El Caníbal me gusten como me gustan otros libros. Hay, al mismo tiempo, algo más y algo menos. Una mezcla muy rara, muy poco vista, de inexperiencia y sofisticación. En todo caso, en mí tenés a un lector para el futuro. Quiero saber qué va a pasar en tu literatura, porque lo que queda claro es que van a seguir pasando cosas, ¿no?"

No es un mail lisonjero. Es un mail que me hace pensar, me da ganas de sentarme a escribir. Me gustaría hacerlo cada vez mejor de ser posible. Cada vez hacer libros que se lean con más placer e interés. Así que supongo que sí, que van a seguir pasando cosas.

Y gracias por lo de "inexperiencia y sofisticación". La verdad, es toda una observación.

el que más me gusta

¿Quieren saber cuál es el blog que más me gusta del mundo?

Ah, es fácil. Es este:
http://www.ninodolor.com.ar/

Altamente recomendado.

Sunday, June 26, 2005

sed


- Esteee... Yo digo, ¿no? ¿Por qué no tomás más allá?
- Allá no tiene el mismo gusto.
- Si es agua... ¿De qué gusto me hablás, salame?
- El gusto de molestarte.

sábado de madrugada

"Tratando de sepultar la narración de nuestros padres
se va la adolescencia."

Fabián Casas.

Saturday, June 25, 2005

sábado a la noche

O hacemos equipos. O es todos contra todos.
Y nada de puteaditas. Escúpanse las mano y nos vemos en la calle.

Ayer, en el agua, me jugué los cuarenta y cinco minutos del primer tiempo defendiendo solo porque los del equipo que me había tocado en la repartida eran todos estrellas y nadie quería bajar de la mitad de la cancha.

El arquero y yo les hicimos el aguante un par de veces hasta a cinco monos que se venían entusiasmados. Algunos goles pasaron, algunos tiradas se erraron, algunas tapas se vieron.

En el momento me enojé. Ahora lo recuerdo hasta con cierto orgullo.

Hacer deportes de equipo es una cosa grandiosa.

sábado a la tarde (con una frase de Maupassant)

"Llegué por la noche a casa de mi primo. Hacía un frío que helaba las piedras."

De Diarios de un cazador.

La belleza de lo simple.

Friday, June 24, 2005

pereza


- Qué palma, loco.
- Sí, man, no me puedo ni mover.
- Es el calor.
- ¿Vamos hasta lo del Claudio?
- No, zafá, ¿estás mal?
- ¿Dongo qué dice?
- Dongo está torrando como una bestia...
- Che, Dongo...
- Pará, no lo despiertes.
- Dongo...
- Después se arrebata, va a joder a los cazadores y nos cagan a tiros.
- Yo me voy a lo del Claudio.
- Dale, gordo, ¿qué te hacés?, si no te podés ni mover.
- Tenés razón.
- Qué calor.
- Mejor me duermo una siesta.

Thursday, June 23, 2005

la familia

“Los partidos extranjeros y el fútbol de Primera División nos chupan un huevo porque son puro negocio; la posta es el ascenso, que es el fútbol de verdad, con gente que entrena y juega de corazón, por amor al equipo”, señala Federico. Y dispara: “Ahí está el paralelismo con el rock: por un lado, gente a la que sólo le importa el dinero (los equipos grandes/las bandas de rock que meten las compañías grandes); y por otro, la gente que se mueve a través de la pasión (los clubes del ascenso/las bandas under). Nos sentimos identificados con una cancha de tablón medio vacía, que es como un show a puro huevo en un sótano."

Mi hermano defiende las cosas que valen la pena y le canta cuatro frescas a los de Página/12.

http://www.pagina12web.com.ar/suplementos/no/vernota.php?id_nota=1760&sec=12&PHPSESSID=da5f6ff6b51855a0fe3925e93f7d32b6

turismo familiar


Acá estoy en Villa Carlos Paz. La foto la sacó mi tía Cata. Es jubilada. Peor mi abuela que les mete el dedo y después le hecha la culpa al tipo que hace el revelado.

miércoles a la noche

Estábamos con Martín y con Gecko en casa tomando una cerveza y yo les tiré la idea de ir hasta la Casa de la Poesía porque se presentaban tres libros de Eloisa Cartonera. Uno de Fabián Casas, otro de Pauls y el tercero de un mexicano, Mario Bellatin.

Martín llegó antes porque estaba en bicicleta y nosotros llegamos después, y él ya se quería rajar. Le agarraron todas las fobias juntas pero lo retuvimos con un poco de vino. Cuando entré a saludar a Cristian De Napoli, que se hacía el que organizaba, Cucurto le dijo a un pelado: “Che, Casas, este es Terranova”. El pelado, que estaba leyendo, se cruzó todo el salón y me dio la mano. Cucurto tiró una foto y Casas me dijo: “Che, leí lo que escribiste sobre mí en tu blog, me hizo pensar”. Yo me sentí reconocido. Se lo presenté a los pibes. Hola, qué tal, etc. “Te hacía más barrial” le espetó Gecko. Y el otro se la cazó al vuelo y le respondió “Ahora para leer me cambio”.

Nos buscamos un rincón y Gecko, mientras se sentaba, cual vieja en la feria del libro, dijo en voz alta: “Yo a Pauls lo recuerdo de sus internvenciones en ATC”. No era una frase peyorativa, pero Pauls que estaba a escasos veinte centímetros, sentado delante nuestro, nos miró como dicendo: “Sí, estuve en Canal 7, ¿y?”.

No, miento, no fue así. Pauls es un gentelman. La cosa iba a venir después, cuando Casas se puso a leer y al mexicano le empezó a sonar el ceular. Mientras lo apagaba, Casas paró de leer y tiró la bronca, creo, con toda la justicia del mundo.

“Odio los celulares” aclaró. Y para los que lo seguimos en Mal Elemento, la aclaración sobraba. Siguió la lectura y un par de minutos más tarde del bolsillo de Gecko empezó a salir la melodía de Light my fire de The Doors. Casas paró de vuelta la lectura y volvió a decir que esos aparatitos no le van, de nuevo, con bastante razón. Usando el silencio que se hizo, le aclaré por las dudas a la audiencia, señalando a Gecko, “yo no lo conozco”. Fue una sola vez. Y conste que a gente más importante la negaron tres veces. Después, yo lo miraba y me reía. Lo vi empezar a transpirar. Gecko es de esos tipos que no pueden procesar los papelones y los reviven una y otra vez en su imaginación, mientras el momento fatal se aleja en el tiempo, y cada vez es peor, y cada vez se sienten más vergüenza, aunque haya sido una boludez.

Casas presentaba “Veteranos del pánico”, una novelita que compré y que empecé a leer en el colectivo, y que recomiendo con énfasis, como todo lo que sale del cráneo del hombre de Boedo. Lo de Bellatin no me gustó y lo de Pauls me aburrió.

Salimos al toque y cuando salíamos Gecko, que había recuperado la chispa, me dijo, irónico, “¿Querés que te haga quedar mal con algún otro escritor?”. Martín agarró la bicicleta y se fue.

Nosotros nos quedamos haciendo puerta, esperando que saliera Casas para pedirle perdón por lo del celular y decirle que es un escritor muy grosso.

Tuesday, June 21, 2005

susto


Salí, bolas. No te voy a a hacer nada. Dale. ¿Qué te voy a hacer? No entiendo cómo te podés asustar así. Mirame. Che, acá. Che... Pero dale, pibe, ¿qué te pensás? ¿Qué te voy a comer? Yo soy un rinoceronte, gil, como plantas. Plantas y yuyos. No sabés cómo me queda el intestino después. Lo máximo que hice en excentricidad culinaria fue comerme un cactus. Me pinche todo. ¿Vas a salir o no?

Génesis 9:20 a 9:28

Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una vid; y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda. Y Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos que estaban afuera. Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre, teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre. Y despertó Noé de su embriaguez, y supo lo que le había hecho su hijo más joven, y dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será a sus hermanos. Dijo más: Bendito por Jehová mi Dios sea Sem, Y sea Canaán su siervo. Engrandezca Dios a Jafet, Y habite en las tiendas de Sem, Y sea Canaán su siervo. Y vivió Noé después del diluvio trescientos cincuenta años.

la cosa se puso peluda


Cuando estoy cabrero y es noche de luna llena, me transformo en lobo. No me pasa muy seguido, pero cuando me pasa, me pasa. Ando dando vueltas buscando alguna víctima, nena.

Saturday, June 18, 2005

Buenos Aires 2005 y la subjetividad trash

Nos sentamos a tomar el té en su casa. Elegí un escón del plato. Me había tocado ir hasta Belgrano a buscar un cheque y después pasé a verla.

- ¿A vos no te parece que un elemento indiscutible de nuestra subjetividad hoy en día llega desde lo trash?

Se está por ir a Cambridge a hacer una maestría. Le dije que para mí el adjetivo era "bizarro", pero no se enganchó. Si le hubiera preguntado por qué se iba, seguro que me habría dicho que para poder volver. Es el tema del tango, de Pichuco, de la humedad. No hay vuelta que darle, aunque ella está en una línea mucho más Oscar Wilde del inglés perfecto y la vida como apuesta estética.

- Ésta es una de las mejores ciudades para vivir, pero una de las peor para trabajar-dijo, ya sobre el final. Yo hace mucho que no la veía y la encontré bien. Ojo, que siempre fue piola.

Agregó que Buenos Aires se estaba pareciendo cada vez más a la Tánger de los años cincuenta. La comparación me mató.

Wednesday, June 15, 2005

miércoles a la mañana

Hablo por teléfono de día, escribo de noche.

Tuesday, June 14, 2005

Internet y los libros

A los libros se llega por las editoriales. Y en las editoriales hay cosas que dan plata inmeditamente (El Quijote y Coelho, por ejemplo) y cosas que no se sabe. En la franja en que se toman riesgos todo es muy subjetivo. No azaroso, pero sí extremadamente subjetivo. Y personal. Las decisiones las toman muy pocas personas. Ahí sí hay algo de suerte. Como fuere, el cuello de botella no está presente sólo en el slide-guitar.

Internet es otra cosa. Es una madre displiciente y permisiva. Acepta todo y lo ve pasar apenas con una mueca. Si te querés tirar de un cuarto piso con una paracaídas casero, ella te va a dejar. Si querés colgar tus poemas trasnochados o tu opera omnia de su soga de la ropa, ella tiene un lugar para que lo hagas.

Ahora bien, se trata sin duda de una madre joven y en una ciudad demasiado central de un país periférico, todavía no sabemos bien hacia dónde va la cosa.

En mi caso particular, mi cultura viene dada por el libro. Si el Parque Rivadavia marca tanto mi infancia y mi vida se debe a que, desde que tengo lucidez para leer, es un lugar donde hay toboganes y libros. (Aunque quizás debería decir "material impreso", porque las revistas y aledaños también la jugaron fuerte.)

Ahora, si el camino es el libro, el atajo que corta la leche es Internet. Y ahí se viene la abalancha. Los blogs bien pueden proveerle a muchísima gente la cantidad de literatura necesaria para vivir y vivir bien. De hecho eso ya sucede.

Juan Incardona me dijo hace poco que le gustaría escribir una ponencia para el próximo congreso de estudiantes de letras. Ojalá lo haga. Sería una buena punta para empezar a discutir si tenemos que seguir insistiendo en las editoriales, si tenemos que ponerlo todo en este medio o cuál es la mejor convinación. No sé a ustedes, pero a mí discutir eso me ayudaría.

martes a la mañana

Estoy perdido sin banda ancha en casa y sin acento en este locutorio de Avenida la Plata. Para colmo el monitor se rompio tambien. Busco, busco y no encuentro. Parezco Diogenes. Tanto para escribir y estos cacharros tan fragiles. La tecnologia resulta punitiva a veces. Mientras tanto en la trastienda se cuecen abas. Un viejo acaba de entrar. Camina despacio, abre la puerta y pregunta algo. Si todo va bien se trata de cruzar el invierno. Un invierno ruso en Buenos Aires pero sin Ejercito Rojo ni Luftwaffe. Hay que llegar hasta el Volga, decia Hitler, de ahi en adelante es facil. Pero se encontro con otra que la pampa. Yo lo unico que pido es un monitor nuevo 17 pulgadas de ser posible, pero tambien me conformo con menos. Carilinas tengo, gracias.

Monday, June 13, 2005

gacetilla

Cumplo con Incardona publicando aquí esta gacetilla:

Gacetilla de Prensa

UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES - FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
ENCUENTRO DE ESTUDIANTES DE LETRAS 2005

Los días 25 y 26 de noviembre de 2005 se llevará a cabo en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires el primer encuentro de estudiantes de letras. El objetivo de este encuentro es fomentar la reflexión, la discusión y el intercambio sobre los fenómenos culturales enmarcados frecuentemente bajo la denominación de "las letras", incorporando trabajos provenientes tanto del marco institucional como los que se inscriban por fuera de éste, que se hayan producido individual o colectivamente, así como trabajos que provengan de otras disciplinas. Los resúmenes deberán enviarse exclusivamente a través del correo electrónico a la siguiente dirección: encuentroel2005@yahoo.com.ar antes del 15 de agosto de 2005. La fecha límite de entrega de los trabajos completos será dos meses antes del encuentro. El costo de participación tanto para asistentes como para expositores será de $5, que incluye la entrega de un CD con las actas del encuentro.

Para consultas o sugerencias dirigirse a: encuentroel2005@yahoo.com.ar

Sunday, June 12, 2005

domingo a la noche

No tengo 30. Tengo 29.
Y ninguno de los Lamborghini me entusiasma tanto.

Pero, es innegable que fue una linda sorpresa de domingo:

http://www.pagina12.com.ar/diario/cultura/7-52260.html

Thursday, June 09, 2005

buscando


-¿Qué hacés, Claudio?
- Nada, nada. (¿Dónde puse los lentes?)
- Claudio...
- Sí, ya va... (A ver si los dejé en la mesada de la cocina...)
- No me digas que perdiste los lentes de nuevo...
- No, Matilde, no. (¿Serán esos? A ver... No, esto es una galletita con forma de cocodrilo. Sin los lentes no veo un carajo.)
- Claudio, si perdiste los lentes otra vez...
- No, pero ¿cómo voy a perder los lentes, Matilde? (Esta mina me lee los pensamientos, qué barbaridad...)

Wednesday, June 08, 2005

miércoles más tarde

¿Qué pasa cuando se podés tomar el lunes, y trabajás bien y después también te tomás el martes y pese a estar un poco cansado seguís escribiendo y revisando y finalmente el miércoles, dejando algunas cosas colgadas, terminás la novela en la que venís trabajando hace, digamos, un año (aunque en realidad, los primeros apuntes empezaron hace muchó más tiempo)?

¿Qué pasa? ¿Eh? Primero que nada se siente satisfacción, pero también un poco de vacío. Claro que ahora empieza la última etapa de la correción, donde caeré en la cuenta de las fuerzas y flaquezas, equilibrios y fragilidades de lo que escribí. Pero básicamente, el proceso está terminado. Ahí están las hojas impresas. La novela se cerró. A llorar a la iglesia.

Es fácil escuchar la voz de mi viejo.
- ¿Qué hago, pa?
- Empezá otra.
(El tipo la tiene muy clara.)

La cosa se complica con la perspectiva de editoriales, lectores interesados, lectores mercenarios, concursos, y otros manoseos varios. Pero eso también es parte de otro proceso.

Recién son las cuatro de la tarde. y ahora que lo pienso la sensación es conocida. Es verano. Terminaro los exámenes. Vuelvo caminando por Campichuelo. Pienso en las vacaciones. Me miro los manos sucias de tinta y el guardapolvo desilachado. La vida se te cae encima pero cuando se sacás la mochila con los libros y te sentás en la mesa después del último día de clases, tenés derecho a relajarte un poco.

Me voy a ir a tomar un café con leche y a agradecerle a Dios todo lo que me dio.

miércoles a la tarde

Nunca tendríamos que bajar los brazos y aflojar la soga. Pero a veces pasa. ¿Cómo hacer para que la idiotez que nos rodea no nos lastime? Hace algún tiempo creí que la literatura nos ayudaba. Todavía sigo pensando que ayuda. Quizás ahora vea las bambalinas, el piso sucio, la cara marcada de viruela del tramoyista. O incluso es posible que haya perdido un poco de confianza. Pero no quiero ponerme melodramático.

Cuando una persona que no vale pretende decirnos lo que tenemos que hacer y nos mandonea la sensación de impotencia puede reventar el espejo de un ascensor. La pregunta sigue en pie. Es una pregunta difícil. ¿El mundo es de los tontos? Muy probablemente. Pero incluso entre los tontos hay matices. Un tonto que tiene que trabajar para vivir es una cosa. Un tonto que vive de rentas es diferente y el asunto se puede volver muy peligroso. Ver un tonto por la calle es una cosa, vivir en el mismo edificio es otra.

Después están los tontos alfabetizados, los tontos burócratas, los tontos malignos y así. Es toda una especie. Y finalmente, pensando un poco en Blade Runner y en Harrison Ford oscultando el iris de un replicante para ver qué pasa ahí adentro, ¿quién nos dice que nosotros no pertenecemos a la cofradía?

La palabra aparece clavada en la pared como un insecto que espera la disección.

salió nuevo número de elinterpretador.net

El número 15 de la revista www.elInterpretador.net, uno de los emprendimientos editoriales más importantes de este momento, ya está en línea. Vale la pena darse una vuelta.

Tuesday, June 07, 2005

la ciudad te cambia


Este es mi primo Mimo. Vive en la ciudad, en un zoológico muy importante. Cuando se fue decía "es un viaje, nada más, no me va a cambiar, no lloren así, voy a seguir siendo el mismo". Todos nos pusimos muy tristes porque sabíamos que la ciudad te cambia, no hay vuelta que darle.

Después nos enteramos que andaba hablando mal de la selva, diciendo que "allá no se puede vivir con tantos bichos que hay". Mi tío Pepe fue el más afectado: "No les dije, no les dije, ese gordo de mierda...". Como si él fuera tan flaco. Yo al Mimo lo quiero. Sé que es un buen tipo. Hace poco me mandó esta foto. Me cuenta que posa así por horas, y los pibes empieza: "Mamá, mamá, el rinoceronte tiene cinco patas, mamá, el rinoceronte tiene cinco patas...".

Ayer le escribe una postal que dice así: "Hola, Mimo, ¿cómo estás? Acá en la selva todo igual. El otro día le mostré tu foto a un papión que es medio tonto y le dije: "Ves que la ciudad te cambia, a Mimo le salió una quinta pata". El mono se rascaba la cabeza y miraba la foto. Una broma, nada más. Quiero que sepas que te extranamos mucho y estamos todos muy contentos por tu viaje, tu primo Bimbi."

Espero que le guste.

Monday, June 06, 2005

lunes al mediodía (con frase de Sacher-Masoch)

"En lugar de gorriones merodeaban por la ciudad pequeñas panteras."

Drama-Dscheuti
en Historias de amor y sangre, Leopold Von Sacher-Masoch.

Sunday, June 05, 2005

domingo a la medianoche

Un domingo atípico. Primero, nos levantamos muy tarde, incluso para un domingo. Miro el reloj y ya eran las seis y media.
- Pensé que eran las dos de la tarde- le digo a Celia.
Ayer tuvimos un casamiento. Buena comida y música de los ochentas. La pasamos bien y hasta bailamos un tango. Los novios son gente alegre, querida, les deseo lo mejor. Y la fiesta terminó temprano, así que a eso de las cuatro ya estábamos en casa.

Las fiestas de casamiento son mejores de contar cuando son bizarras, cuando la madre del novio es bizca y alguien se emociona en un discurso interminable. Bueno, no, esta vez no pudo ser. Hasta el vino era de bueno para arriba.

En realidad, siempre hay algo para contar, pero prefiero seguir con la mudanza, rodeado de cajas. La cinta de embalar es algo que me gusta. Intentar embalar libros o lo que sea sin una buena cinta de embalar es como lavarse las manos con arena. El gato para de lamerse y nos mira. A veces creo que entiende y a veces creo que no.

- Nos mudamos, Bayer- le dice Celia.
Bayer la mira y maulla. Celia le puso Bayer porque de chiquito era redondo y blanco como una aspirina.

El viejo Bayer deja su cueva. Sus amos apilan libros adentro de cajas de cartón. Ayer llevamos algunas para evitar que se acumulen y el ejercicio me hizo transpirar. Las cajas pesan. Celia me miraba y se agarraba la panza.

- Me siento inútil.

Está de siete meses. Al mes, fui a ver al que era en ese momento mi jefe (un imbécil disfrazado de personaje inteligente y sensible) y le dije que me iba. No le dije "renuncio", le dije que me iba. Fue una decisión sabia. Ahora escribo en una caja "historia argentina", ese tipo de cosas.

Friday, June 03, 2005

viernes a la tarde

Ponemos los libros en cajas y a las cajas les escribimos con negro en contenido. "Erotismo", "Gastronomía", "teatro", "teoría", "narradores norteamericanos", "VHS y Cds". A mis libros sobre nazismo que entraron todos en una sola caja le puse "historia alemana". No me animé a más. Ahora veo una caja que Celia cerró con prolijidad y que dice "papeles". Me estoy reprimiendo para no abrirla.

Thursday, June 02, 2005

tímido


Hoy la invito, hoy se lo digo. No puede ser, me estoy volviendo loco. No puedo dormir, no como bien, no descanso bien. Ayer en el partido interjungla me perdí como tres goles por no estar concentrado. Pero basta, hasta acá llegamos. Hoy la paro y la invito a tiomarnos unos cocos. Si me dice que no, mala suerte y a otra cosa mariposa. Ahí viene, ahí está.
- ¿Qué hacés, Fede?
- Bien, che, acá, nada del otro mundo.
- Vos siempre en la joda.
- Sí, ¿viste?
- Bueno, un besito, chau.
- Chau, Flopi, nos vemos.

(Dios mío, no puede ser... Es más fuerte que yo... ¿Hasta cuándo voy a estar así?)

jueves a la tarde (de mudanza)

En una caja entran alrededor de treinta libros. En realidad entran más, pero la caja de vuelve muy pesada. Nos pusimos a trabajar hoy a la mañana. Yo tenía otras cosas que hacer, pero cuando me quise dar cuenta estaba embalando y revisando la biblioteca.

- La mudanza se atraviesa- dijo Celia.
- Como una tormenta- dije yo. Las palmeras flamenado, el mar revuleto, el muelle azotado por las olas, la esperanza de que quede algo en pie.

Wednesday, June 01, 2005

miércoles al mediodía (sobre el domingo a la tarde)

Celia se puso nerviosa y le dio acidez. El tipo aguantó en la cocina casi cuarenta y cinco minutos mirando por la ventana. Era un viejo alto y de pelo blanco que había venido a mostrar el departamento. Lo había mandado la imobiliaria. Un domingo, entre las dos y las seis. No le envidio el trabajo.

Así que después de un rato, y todavía con alguna duda, le servímos un café. Celia se fue al dormitorio a leer y yo me quedé charlando con él. Aguantaba bastante bien los silencios, lo cual me llamó la atención. Después me di cuenta que no era un insoportable. Celia había dicho que esos trabajos te queman la cabeza. Hablamos del rol de Brasil durante la Segunda Guerra, de los diferentes aspectos de la neutralidad argentina y estábamos con la política internacional de la época, cuando apareció un segundo posible comprador.

Me levanté para ir a tander y le escuché decirme: “Yo me acuerdo bastante de esa época. Imaginate. Soy del treinta”. No era la mejor charla del mundo, pero cuando el posible comprador se fue, el viejo me preguntó: “¿Dónde estábamos?”.

Me contó de un jugador de futbol argentino, Heminios Dos Santos o algo así. Fue a jugar por una copa sudamericana a Montevideo y le pusieron el cromo con una esvástica abajo del plato en un retaurante. “El pueblo argentino nunca fue filofacistas, esas eran cosas de los militares”. El futbolista reaccionó a las piñas. “Era un atleta, los cascó.” Vinieron dos personas más y el tipo siempre se mostraba con una ambilidad incuestionable, pero sus comentarios eran ridículos. Usaba el adjetivo y después el sustantivo: una ventana de tres hojas bastante normal se transformana en “amplia ventana”. Se fue a las seis de la tarde y todavía seguía nublado.

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