Sunday, April 30, 2006
Saturday, April 29, 2006
programa
abandonando el viernes
Hace algunos años un amigo me invitó a dar unas vueltas en lancha por el Tigre. Fuimos y al final el motor de la lancha dejo de andar. Mi amigo lo estuvo sacudiendo un buen rato. Pero no había caso, así que lo sacamos del agua, y él se sentó y destapó una cerveza. La lancha quedó a la deriva. Le pregunté qué íbamos a hacer. Y él me dijo que íbamos a tomar una cerveza. No teníamos remos ni radio ni un motor de repuesto. Así que esperamos y a la media hora yo ya me estaba poniendo nervioso. Se hacía tarde, no se veía nada, el sol empezaba a bajar, la lancha se hamacaba con suavidad, dejándose arrastra por la corriente... Cuando iba a empezar a gritar desesperado, un poco por la borrachera, un poco por la desesperación misma, apareció otra lancha con tres chicas rubias y en malla. Desde ese día, creo que tengo un poco más de paciencia y un poco menos de ansiedad.
Una buena frase de Hugh Hefner: "Vivimos separados por nuestros mitos". No sé si es real o no. Quizás sea apócrifa. Pero es una buena frase. Uno de los mitos de la modernidad: la ansiedad es algo malo. No es así. Es mucho más difícil.
Friday, April 28, 2006
entrando en el viernes
La función del escritor es contar historias.
El problema es que a veces el cinturón es un alambre de púas.
Después, un tipo con un ojo de vidrio que se llama David Bowie te dice: “No confiés en nada que no se a tu propia experiencia” y entonces empezás a darte cuenta de que sí, tenías razón cuando sospechabas que eran demasiadas horas aburriéndose en las aulas de la Universidad.
Thursday, April 27, 2006
pretty vacant
Vos no me harías sufrir, ¿no?
Ella no me haría sufrir.
Antes, moriríamos electrocutados pero juntos,
sin blogs, sin comentadores anónimos,
sin indiferencia ni trabajo de redactor,
sin cansancio, sin notas pendientes,
sin grandes filósofos esperando una entrevista,
sin la torpeza diaria y el odio por uno mismo,
electrocutados, sí, pero juntos.
(Elsa Lanchester en La Novia de Frankestein de James Whale.)
Wednesday, April 26, 2006
Tuércele el cuello al cisne
que da su nota blanca al azul de la fuente;
él pasea su gracia no más, pero no siente
el alma de las cosas ni la voz del paisaje.
Huye de toda forma y de todo lenguaje
que no vayan acordes con el ritmo latente
de la vida profunda... y adora intensamente
la vida, y que la vida comprenda tu homenaje.
Mira al sapiente búho cómo tiende las alas
desde el Olimpo, deja el regazo de Palas
y posa en aquel árbol el vuelo taciturno...
Él no tiene la gracia del cisne, mas su inquieta
pupila, que se clava en la sombra, interpreta
el misterioso libro del silencio nocturno.
Del libro Los Senderos Ocultos.
Enrique González Martínez (México, 1871-1952)
(Pero doblale, sí...)
Tuesday, April 25, 2006
Un libro en dos mitades
entre la derecha y la izquierda
Monday, April 24, 2006
La agridulce caricia del marketing
El dulce veneno del escorpión cuenta la trillada historia de una adolescente que se escapa de su casa y se inicia en la prostitución. En la primera parte, a la iniciación en las discos masturbando a sus amigos le sigue, para reafirmar la apertura sexual, una baño caliente con una amiga. Más tarde, después de la accidentada primera vez, descubrirá que la doble penetración no es tan mala. Por supuesto, en algún momento, adolescente incomprendida que luego se transformará en Bruna, intentará matarse.
Sunday, April 23, 2006
domingo a la noche
Me miro la manos en el teclado y me hago la pregunta: ¿cuánto va a durar? La última vez fue hace dos meses, un poco más. La excusa ideal era que siempre estaba 1) muy cansado, 2) muy ocupado, 3) muy distraido.
Duró tres semanas muy parecidas al infierno.
Pero la concentración llega, hay que apretarla. (Dije "apretarla", no "esperarla".) Si te compactás la cabeza, llega. Pero eso ya es todo un esfuerzo. Veamos, ¿qué más?
Dejando afuera al blog, que es todo un tema y nunca tiene la culpa, vengo un poco golpeado. (Por otra lado, los golpes no son ni tan malos ni tan duros.) Pero ayer, fui a firmar ejemplares a la feria del libro, con eso creo que digo todo.
Por otra parte, no me está constando leer. Me siento y leo. Cuando me canso, paro y me hago una taza de té o chequeo lo mails. (No importa si los chequeo seis veces en cuarenta y cinco minutos, es para cortar. Aparte, ¿quién no lo hizo y se sintió un desgraciado sabiendo que la casilla viene en cero antes de escribir la contraseña?)
Ayer en el taxi hasta Palermo sonaba de fondo un tema de Sublime que empieza: "I don't practice Santeria/ I ain't got no crystal ball".
Eso no estuvo mal.
superación del anti-progresismo - final
(Vía Días que se empujan en desorde)
Saturday, April 22, 2006
superación del anti-progresismo III
Según Marina, la cosa empieza con esta frase: "El desafío es ser progre" sacada de este blog. (A propósito, no se entiende si la frase es de Morfes. ¿Morfes el intenso poeta de Bahía? ¿El autor de Parque Illia?) El blog, por otra parte, se las trae.
Agradezco los comentarios de todos. Y, por el momento, me limito a señalarle algo a Marina. Cuidado con la palabra "fachito", diminutivo aporteñado y despectivo de una palabra complicada para todos, "fascista", que es también parte indeleble de mi propia biografía y de mi rústica novela familiar. El hecho de citarla en diminutivo no la transforma automáticamente en algo infantil y sí desmerece la innegable inteligencia de tus intervenciones.
(Valga la anécdota. Mi abuela le daba agua a las gallinas en Ramos Mejía con el casco que usó mi abuelo cuando fue movilizado en la primera avanzada italiana en Yugoslavia.)
Véase también este post y los comentarios de Fideos con Manteca.
Friday, April 21, 2006
superación del anti-progresismo II
Por otra parte, creo que se malentendió el primer post sobre este tema. Pero, vamos de nuevo, más directo: mi reacción intelectual contra el progresismo (resumido en el anecdotario, la estética y las vueltas de Página/12) no es parte de un anti-progresismo a la Rozitchner ni a la Tomás Abraham (aparecer en la televisión y leer a Deleuze no están entre mis actividades ni diurnas ni nocturnas).
Mi anti-progresismo es producto de mi identificación con un tipo de Santa Cruz al que gratuitamente tildan de prepotente y autoritario. (¿Más claro todavía? No soy anti-progre, soy anti-anti-peronista.) Empiecen ustedes con la lista de contradicciones. Yo, por el momento, en el plano político, me vengo entendiendo muy bien conmigo mismo.
epigonal, obvia segunda parte
superación del anti-progresismo
(O como dice Cecilia Pavón en Pantano: "Mi casa se está poniendo antigua, está envejeciendo,/ las paredes se están descascarando y yo no tengo dinero para arreglarlas." Es la metáfora del susto para mí, que se arruinen las paredes del interior de la cabeza y no tener recursos para arreglarlas.)
Thursday, April 20, 2006
Wednesday, April 19, 2006
radiografía íntima del horror
Tuesday, April 18, 2006
Por una literatura epigonal
—Es un plagio de dos o tres escritores poco afines entre sí –dije yo.
—Ah, pero a mí la literatura epigonal no me interesa –dijo ella.
Cada uno escribe como puede, es verdad. Pero las colecciones que uno se arma en la cabeza y en la biblioteca definen actitudes y decisiones concretas. Eça de Queiroz, el máximo prosista portugués, por ejemplo, fue una figura epigonal. Sus novelas tienen antecedentes claros en obras de Zola y Flaubert. Sin embargo, su literatura es rica y potente. En O Primo Basilio, su Madame Bovary, París sigue siendo París, pero la campiña francesa es reemplazada por la sensual y urbana Lisboa. La mayoría de los libros de Leopoldo Lugones también tiene un claro referente francés. Pero no todos los poetas simbolistas que leía Lugones tuvieron su hora de la espada ni se suicidaron en el Tigre.
Monday, April 17, 2006
no lo hagas, Rufus
"La princesa está triste.. ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro;
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor."
(Cuando ella no está, se me da por leerle el diario íntimo. Y me hace peor.)
Sunday, April 16, 2006
Saturday, April 15, 2006
revolviendo el gmail
El blog, necesariamente más selectivo, más esforzado y mucho menos complejo, es apenas un pálido y artificial reflejo de nuestra existencia comparado con el archivo del Gmail.
Es como si todos los días el Gmail escribiera una página de nuestra biografía más completa. Tendría que tener un cartelito que prevenga a los melancólicos con tendencias suicidas: "No lo use de madrugada después de haber ingerido alcohol. Puede ser perjudicial para su salud."
Friday, April 14, 2006
viernes santo (a la noche)
viernes santo
Thursday, April 13, 2006
Wednesday, April 12, 2006
de un mail
No pasaremos la noche en Berlín
Sobre Los últimos días de Berlín de Cristóbal Tamayo. Península, 2006.
Los últimos días de Berlín recoge diez crónicas que Cristóbal Tamayo, corresponsal español en Alemania, escribió para La Vanguardia de Madrid. El libro empieza cuando Tamayo, en abril de 1945 y con la ayuda del mítico Joachim Von Ribbentrop, Ministro de Asuntos Exteriores nazi, abandona el Berlín sitiado, para volver, mediante arriesgados vuelos nocturnos, unos pocos días después. En la capital, el colapso es evidente y se vive "sin luz solar ni eléctrica, casi siempre en cubiles antiaéreos, apenas distinguiendo la noche del día". Desde el Oeste avanzan los aliados, desde el Este, el ejército ruso de Zukov.
Impresionista, la prosa de Tamayo describe la decadencia alemana con el sigilo y la fruición del que espía. Un grupo de prisioneros rusos construye una barricada en Budapesterstrasse. En el Ministerio de Propaganda se da la última conferencia de prensa y surgen los rumores sobre la muerte de Hitler. En Tiergarten, los restos del Ejército Alemán se reagrupan sin convicción y Tamayo escribe: "Aquellos a quienes faltó tierra en Europa estaban acorralados en un parque berlinés". Otros rumores dicen que ya hay tanques en Alexanderplatz. El Völkischer Beobachter, órgano oficial del partido, reducido a una hoja de trinchera, sigue apareciendo en las esquinas.
Tuesday, April 11, 2006
mis amigos, los estudiantes de teatro
Monday, April 10, 2006
el mito de la ignorancia
Los libros. Un paseo por las librerías porteñas desmiente estas ideas. Jorge Amado nunca faltó en Buenos Aires. Doña flor y sus dos maridos y Grabiela, clavo y canela son títulos clásicos que cada tanto incluso visitan las mesas de saldos. Y siempre hubo libros disponibles de otros autores. Secreciones, Excreciones y Desatinos y El enfermo Moliére del prolífico Rubem Fonseca fueron editados recientemente por Seix Barral y Norma respectivamente. El conventillo, la emblemática novela de Aluísio Azevedo, nocturno autor de folletines y diurno escritor naturalistas, fue traducido por Beatriz Colombi para Simurg. Y Adriana Hidalgo lanzó recientemente Revelación de un mundo, una antología de las crónicas periodísticas de Clarice Lispector.
El gran ausente. Pese a esta proliferación de libros, por supuesto, siempre queda algo por descubrir. De lo que falta, la deuda parece más ligada a los escritores-periodistas, que lejos de las vanguardias, forjaron sus obras cerca de la crónica y al calor de los poderosísimos medios de comunicación brasileños. Nelson Rodrigues, uno de los escritores latinoamericanos más importante del siglo XX y, sin duda, el dramaturgo brasileño por excelencia, representa y excede ese arquetipo.
Sunday, April 09, 2006
Friday, April 07, 2006
un comentario que vale la pena
Roberto Bobrow en un comentario a Fabián Casas.
(Vía el idioma único)
Wednesday, April 05, 2006
Tuesday, April 04, 2006
the ultimate critic intervention over the Fogwill affair
Confirmando el canon nacional
Catálogo de aciertos. La opción de no empezar con la Generación del 37 y abrir con partes tituladas “Las crónicas escritas sobre el territorio que más de tres siglos ocupará la República Argentina” o “Hambruna y antropofagia en Buenos Aires”, es excelente, aunque éstas lleven el número de capítulo menos uno, el cero este dedicado a los tímidos y desviados efectos del clasicismo y el capítulo 1, a los esbozos iniciales de la gauchesca. Ya avanzado el siglo XIX, el proceso de apropiación y uso de la frase más famosa de Sarmiento (“las ideas no se matan” y sus derivaciones) está muy bien descripto. Mientras el retrato general pero atento de Mansilla y su obra y la lectura de Lugones, presentado al mismo tiempo como una figura central y epigonal, son llamativos por su precisión. Entrando al siglo XX, los nombres no dan sorpresas. Borges y Arlt determinan pertenencias y definen escrituras. Las revistas Nosotros, Martín Fierro, Claridad, Contorno, Sur, Punto de vista, El ojo mocho son citadas como núcleos organizadores.
Monday, April 03, 2006
empanadas asesinas
Iba a cruzar, pero cambió el semáforo y ellas aprovecharon para moverse sobre la franjas blancas de la calle. Había dos tipos que coordinaban con silbatos. Y entonces pensé: "Mientras no me tenga que meter ahí adentro las cosas no están tan mal".
Sunday, April 02, 2006
Un buen libro sobre vinos
Este libro cuenta, a su manera, una historia extraordinaria. Dos sommeliers –uno, entrador y experto, el otro, joven y aplicado– se encuentran a principios del 2005 para escribir la guía más completa de vinos argentinos. En las fotos se los ve de buen humor. Por la mesa que los separa desfilan en sesiones de seis horas, tres veces por semana, más de 1.200 botellas. Un año después, el Anuario Brascó de los vinos argentinos 2006, coqueto, práctico, bien editado, recoge sus impresiones.
De entre sus muchas virtudes, resalta que los autores hayan catado prácticamente todos los vinos argentinos a partir de los cuatro pesos, terminando de una vez por todas con la tradición elitista que sostenía, tácitamente, que hablar o escribir sobre un vino accesible al gran público era una pérdida de tiempo, o peor, una grasada.
Cada vino recibió una descripción general, escrita por Miguel Brascó, y dos puntajes de entre 50 y 100 acompañados de una breve opinión. El léxico es especializado pero poco hermético y las opiniones son subjetivas, austeras y precisas. Por lo general, aunque no siempre, Brascó, canchero, baja línea y Fabricio Portelli se esmera y brinda seguridad. Son dos voces diferentes que dialogan, se escuchan y se ignoran.
Por ejemplo, mientras Brascó le da 96 puntos al Syrah-Cabernet Belatrán Dúo de Familia Zuccardi (2004, $7) y anota: “Es, en su conjunto, un blend especialmente venturoso”, Portelli le pone 74, dice que es muy tomable pero agrega sobre el final: “Es cierto, mucho por tan poco, pero no para tanto, Brascó”. Los comentarios nunca solapan el hedonismo. “El púrpura tan oscuro –escribe Brascó sobre el Merlot de Finca Sophenia (2003, $38)– hace temer un New World Wine de sabores aguerridos pero no es: es Merlot y bien Merlot con aromas amistosos y paladar amable y laxo”.
Incluso cuando los vinos no convencen aparece la sensualidad. Sobre el Chardonnay Fitz Roy (2003, $18), Portelli dice: “Se nota el contacto con el roble pero carece de equilibrio. Notas mantecosas y de fruta abrillantada exageradas que se estacionan al final de la lengua y algo molestan”. Y claro también hay entusiasmo, como el de Brascó sobre el Cabernet Bouchet de Finca Los Robles (1999, $190): “Mañana sin falta, esta misma noche: no se demore un minuto este placer”.
El libro reedita una de las tensiones más típicas de la literatura universal, el diálogo entre el joven y el viejo. En la Introducción, Brascó dice que Portelli es “el analista más serio y confiable de la nueva generación”. Y a continuación Portelli describe a Brascó: “Detalle importante es que su paladar es realmente argentino, capaz de captar bastante y coincidir con los gustos locales mayoritarios. Por lo que en las áreas del consumo doméstico, las bodegas siempre prestan mucha atención a sus opiniones.”
La bodegas mencionadas aportaron solamente las botellas, y aunque el libro tiene publicidades de fincas y otros productos, la prueba se realizó, dicen, sin presiones comerciales. Descreer de esto sería obrar de mala fe ante un trabajo meticuloso, consecuente y, sobre todo, muy útil.
La literatura, en todas partes del mundo, siempre tuvo una estrecha relación con el vino. El Anuario Brascó de los vinos argentinos 2006 quizás pertenezca a un género menor, injustamente considerado poco narrativo o poético. Pero su lectura, errática, nunca lineal, interesada o curiosa, es, en definitiva, apasionante, lo cual lo transforma en un libro atractivo para cualquier lector y, en su género, completamente imprescindible.
(Publicado en Llegás a Buenos Aires.)