Friday, December 29, 2006

el próximo año

El próximo año, hermosa, todo será más fácil. Voy a lubricarte más seguido. Nuestra vida no será monótona. Es año eleccionario y tenemos todas las chances de seguir girando. La televisión de trasnoche seguirá siendo un atractivo plato de podredumbre, pero nosotros solamente admitiermos las mejores ilusiones y no dejaremos que nada ni nadie vuelva a desilucionarnos...

Cartas al duque (cuarenta y cuatro)

Querido Duque,
Creo que es Clint Eastwood el que dice esa frase de hermosa síntesis en El bueno, el feo y el malo: "El mundo se divide en dos. Los que encañonan y los que hacen el pozo. El revólver lo tengo yo, pibe. Así que ya podés ir agarrado la pala...". Porque, aunque los feos armen un trío bastante poco dicotómico, mi amigo, es verdad que la cosa siempre se divide en dos. La tercera posición es un mito. Un mito seductor, necesario. ¿Cuánto tiempo y cuántas veces podemos vivir del mito? De mito vivimos todos y nadie paga las cuentas. Y esto es así por que el gris se hace mezclando el blanco y el negro, y capaz que un poco azul también. O verde oscuro. Si hubiera alguna posibilidad de estabilizarse en algo que no entre dentro del código binario, ya estaríamos todos muertos. Pero, lo mejor, lo que los antiperonistas nunca entendieron, es que con el código binario se puede decir todo. Incluso estas inútiles palabras de 29 de diciembre. Go ahead, Duke, make my day: esa también es buena.
Me muero de sueño, Duque. Afuera, el microcentro está vacío. En la redacción pienso en el subte de vuelta, pienso que son las cinco de la tarde, pienso en un mono rojo, en un pájaro ciego. La siesta, ni la rueda ni el fuego, es el gran invento de la humanidad. Eso y las cuatro botellas de champán que me mandaron de Chandón porque hace unos meses les hice una nota. Dios los bendiga.
Abrazo,
Terra.

Thursday, December 28, 2006

feliz cumple, Terra

go ahead, punk, make my day

Wednesday, December 27, 2006

cartas al duque (cuarenta y tres)

Querido Duque,
Hoy leí que la primera edición de Test de Rorschach apareció con el título de Psychodiagnostik publicado por el editor suizo Ernst Bircher en 1921. Parece que Hans Huber, un empleado de Bircher, pasó mucho tiempo con Rorschach perfeccionando la construcción del test y la impresión definitiva. Hacían largas sesiones de prueba en las oficinas de Bircher. Dos años después, Huber publicó su propia colección de manchas. Sin embargo, no prosperaron. Hoy hablar del “test de Huber” no remite a nada. Nosotros, por otra parte, seguimos eligiendo entre el golpe y la mordedura, entre las polillas y los murciélagos, como si realmente eligiéramos algo. Freddy en un mail: “Yo prefiero los murciélagos, lejos”. Mañana cumplo treinta y un años.
Saludos,
Terra.

Fucking Brecht: el comunista lúdico, otra vez


Si como fabuladores de doctrinas políticas, los comunistas fueron tenazmente insuperables; sus poetas, por lo general, o resultaron malos, o no fueron tan comunistas. Parado en la encrucijada de la historia, Brecht se hizo tiempo para escribir, cada tanto, algunos versos sin triunfalismos. En el poema autobiográfico El pobre B.B., escribe “Con la gente soy amable. Me pongo/ un sombrero rígido al uso de ellos./ Digo: son animales de un olor muy especial/ Y digo: no importa, yo también lo soy.” 80 poemas y canciones, editado en 1999 por Adriana Hidalgo, presenta una selección interesante.

Algunos poemas son muy narrativos como “Los tejedores de Kujan-Bulak honran a Lenin”, donde los obreros deciden honrar a Lenin con un busto de yeso, hasta que se dan cuenta de que es mucho mejor usar el dinero para sanear un pantano. O “Desmantelamiento del carguero de Oskawa por la tripulación”, donde los bajos sueldos de los marineros terminan desencadenando desastres de todo tipo.

Los títulos, por otra parte, son muy poco militantes y tienden, si no a la deserción, sí a la vagancia y a la contemplación: “De un libro de lectura para habitantes de ciudades”, “Recuerdos sentimentales ante una dedicatoria”, “Viajábamos en un coche cómodo”. Los personajes de Brecht son boxeadores olvidados, obreros que leen y un actor comunista que “Por 3000 marcos al mes/ está dispuesto/ a poner en escena la miseria de las masas.”

Aunque pueden ser polvorientos –del polvo que trae el paso del alemán al español, dignamente resulto por Jorge Hacker–, los versos de Brecht no son piezas de museo, viven y comparten la denuncia y la ironía. ¿Sueñan los comunistas con el humor burgués? Si hay una forma para la poesía política, Brecht la conocía. Pero no se quedó solamente en ese predio de por sí válido y productivo. En Epitafio para M. escribió “De los tiburones logré escapar,/ Al tigre lo maté a tiros./ los que me devoraron/ fueron los piojos.”

Tuesday, December 26, 2006

haciendo el test de Rorschach (tres)


"Totalmente influenciado por Marce no puedo dejar de ver dos negras africanas con peinados altos, cocinando en una olla redonda, con un moño rojo en medio de ellas y unos estómagos rojos a los costados, colgados de la pared, que probablemente sean cocinados más tarde. Aunque también hay dos falos por ahí y pezuñas y la olla de repente tiene cara de mosca y las manchas rojas parecen mini monos que caen de la rama de un árbol abatidos por un tiro..."

Monday, December 25, 2006

Gustave Caillebotte

Sunday, December 24, 2006

cartas al duque (cuarenta y dos)

Querido Duque,
Le mando por este medio y como regalo de navidad algunas de las manchas de Rorschach, y no Ronchar o Rorchar, como venía poniendo brutalmente en el blog. (Dios mío, que desastres hizo Internet con la ortografía de este apellido.) Creo que le van a gustar, mi querido duque. Adjunto algunos textos propios también, de tono más bien interpretativo. Últimamente pierdo mucho tiempo con estos test y sus alucinados resultados. Cuando deje de distraerme, lo que surja de este ocio quizás sea de provecho. (Y si no, no importa.)
Hoy domingo, casi me agarra un ataque cuando el control remoto del aire acondicionado dejó de funcionar. Después, Celia lo arregló y me hizo sentir un tonto. “Pero un tonto fresco” dijo y tenía razón. Mejor un tonto fresco que sólo un tonto. Salió mi columna sobre Brecht recomendando sus poemas. Le tengo cariño a ese libro. Creo que en algún punto de mi vida, voy a empezar a releer. Como dijo el gran Nelson Rodrigues: “Solamente un burro se lee treinta mil volúmenes. Lo que importa es releer”. Es, apenas, el mejor escritor brasileño de todas las épocas. Mañana, con suerte mis reflexiones sobre la navidad, la estupidez de la contranavidad y el paganismo alegre que sólo trae tristeza.
Un abrazo,
Terra.

enanos navideños

feliz navidad



En el pesebre no había un rincoeronte, había tres. Pero estaban escondidos.

el experimento de Marcos



"Era un experimento demasiado caro: carísimo. Darle de comer a mis hamsters la Teoría estética de Theodor W. Adorno no sólo podía considerarse un abuso a las consideraciones limitadas que deberían tener los roedores sobre el mundo, sino también sobreexigir quizás un apetito focalizado en otras delicias balanceadas."

Saturday, December 23, 2006

polillas y murciélagos

Friday, December 22, 2006

haciendo el Test de Roschar (dos)




"Veo dos aborígenes bailando de perfil. No se dan cuenta de que sus caras están sangrando. De repente forman con las piernas la silueta de una lámpara galponera cuya bombita estalla con una llamarada. Y ahí también se ve el dibujo de una menstruación cayendo en el asiento de atrás de un auto viejo. En el centro la polilla es muy clara. Es una polilla que acaba de absorber una cantidad de sangre que no puede digerir –quizás lamió la menstruación del auto– y revienta. Después también son claras las facciones de una cara sacando la lengua, una cara de cejas como cuernos rojos..."

Actualización: Acabo de ver los elefantes en espejos de los que habla Marce, y ya no puedo dejar de verlos. Son hermosos.

cartas al duque (cuarenta y uno)

Querido duque,
Pablo, un periodista de deportes que volvió ayer de Moscú, dice que, si uno pregunta una dirección en la calle, todo queda “navrada” (a la derecha), nada queda “naleva” (a la izquierda). Parece que no hay forma de que las indicaciones contemplen girar a la izquierda en la ex Unión Soviética. No resulta tan sorprendente. En la nieve, después de Stalin y casi noventa años de comunismo, ¿qué se puede esperar?
Suena el teléfono. Es un lector que llama para preguntar dónde se consigue Der Kontrabass, un libro de Patrick Süsskind que recomendé hace un par de meses. Dice que encontró el diario en un baño y que por eso lo leyó tarde. No hizo falta más. Creo que si le hubieran hecho un test de Rorschach, habría dicho que veía gacelas de ojos narcotizados. O como dijo alguna vez Freedy frente a las manchas: “Sí, clarísimo, un helicóptero muerto en la cama.”
Le escribo pronto,
Terra.

Thursday, December 21, 2006

haciendo el Test de Roschar (uno)



"Hoy veo al Arcángel Gabriel volando, ascendiendo al cielo, con una espada y salundando en la ascensión y también veo un vampiro, la cara de un vampiro excitado que se va desmenuzando mientras el Arcángel Gabriel lo arrastra hacia la luz del cielo. Es obvio que todo el conjunto compone una máscara infantil, la del Coyote del Correcaminos, malo, degenerado, que se ríe, resentido como si por primera vez en su vida nos pudiera decir: "No, chicos, no, yo nunca lo quise agarrar, estaba todo arreglado para que el show funcionara. Si lo hubiera querido agarrar en serio, si hubiera tenido hambre o necesidad, lo habría masacrado en cinco minutos. Pero los estudios pedían otra cosa, y yo tengo muchas cuentas para pagar..."

cartas al duque (cuarenta)

Querido duque,
Un amiga me acusa de llevar una doble vida. Yo digo que, en realidad, es una vida triple, cuádruple, quíntuple. Más sería exagerar, menos sería mentir. El subte A, con sus lámparas de tulipas blancas, sus asientos de madera y sus ventanas con manijas de cuero es ámbito ideal para la transformación. ¿Viajar en el A, una actividad de mutación? Casi tanto como pasarse una noche mirando películas dobladas en canales de aire o grabar en VHS videos de la década del ochenta. Mientras respondo el spam que llega en portugués, me hago preguntas metafisicas que no se pueden anotar. Son demasiado aburridas. La gente que cuentan la misma anécdota dos veces seguida me resulta rara, pero no insoportable. Fuimos, vinimos, saltamos, nos caímos ¿entendés? Sí. De vuelta. Fuimos, vinimos, saltamos y nos caímos ¿entendés? Sí. Terrible. Después, están los que olvidan. Dicen algo, leen algo, escuchan algo que les decimos, y después, simplemente lo olvidan. Una anécdota, una inclinación política, un detalle en la ropa de alguien o en su conducta, un relación sorprendente (por ejemplo, entre el narrador gitano y la editora de multinacional). La comentan, y después la olvidan. Y la vuelven a comentar. Me estoy extendiendo sin llegar a ninguna parte. Cuando mirás la hora, querido duque, la hora también te mira a vos. En este momento son las tres menos veinte. No creo que a mucha gente le importe. Pero es un dato inobjetable.
Un abrazo,
Terra.

Raymond Roussel

Wednesday, December 20, 2006

cartas al duque (treinta y nueve)

Querido duque,
Vivo un día tranquilo. En octubre de 1888, Vincent le escribe a Theo desde Arles y le cuenta que el dinero se le terminó el jueves así que durante cuatro días viene subsistiendo “principalmente de 23 cafés y del pan que todavía tengo que pagar”. “No es culpa tuya –agrega–; si la hay es mía.”
¿Alguna vez vio como es la tipografía para ciegos, querido duque? No es rara. Es simple y enorme. Una tipografía 130, casi una palabra o una sílaba por página. Porque de la misma manera que hay fusilados que viven, hay ciegos que pueden ver, y nunca se trata de ser más papista que el Papa, querido duque. (Aunque en ocasiones sí.) También se puede pensar que todo esto es como ir a la fotocopiadora y encontrar los poemas secretos, llenos de odio y desesperación, de un compañero de trabajo. ¿Quién resiste esa lectura, querido Duque? ¿Quién la resiste? Aunque sepamos que por la cerradura va a salir una aguja de tejer, ¿quién se resiste a mirar, aunque más no sea un vez?
En la redacción, una periodista por teléfono pregunta: “¿De qué sabés más? ¿De caballos o de bailar?”. “Agregame tres palabras acá” dice un diseñador. “Sacale un par de adjetivos” pide un editor. Siempre es fácil, y rinde mucho, hablar mal del traductor.
Saludos,
Terra.

suerte, viajeros

Tuesday, December 19, 2006

no es un disfraz, yo soy así

cartas al duque (treinta y ocho)

Querido Duque,
Ayer, en una mesa llena de platos sucios, un crítico de cine dice “todos los peronistas leen a Hemingway”. Ayer también le contaba a Freddy que siempre encuentro la misma paloma muerta en la misma esquina cuando salga para el trabajo. Pero no creo que sea el Ave Fenix. La confusión se da porque todas las palomas se parecen. Ahora, hace calor. Pero no estamos tan mal. Mientras el clima tire, vamos. Gracias a Dios hubo muchas peleas y conflictos en el campo intelectual este año. No se puede vivir bajo el precepto del “no pelearse” que bajan algunos mayores y que repiten algunos hijos faltos de libidos intelectual. Pero tampoco que la sangre salpique siempre la misma pared, viejo. Por la redacción pasó un grupo de albañiles furiosos. Aunque no estoy del todo repuesto, me ofrecí: “Si me dan un martillo, yo también rompo”. Y después me acordé que en el subte de hoy había pensando esta frase: “Marx nunca levantó una viga con las manos”. ¿Es una frase enigmática?
Le escribo en otro momento, cuando tengas los patos menos volados.
Abrazo, Terra.

¿cuál es la pregunta, Patrick?

Sunday, December 17, 2006

cartas al duqe (final de las vacaciones)

Querido Duque,
Mañana retomo la triangulación subterránea. Hoy, reviso todos los mosquiteros de la casa y pienso un poco en el qué dirán. (Pero no mucho.) Freedy me preguntó si usted existía y yo le respondí que era una pregunta válida para todo el mundo. ¿Cuál es la pregunta, si no, querido duque? Algunos se pasan de precabidos y llegan diez minutos antes. Para mí eso también es impuntualidad. En la ciudad, los ruidos molestos molestan menos. Un sirena en el paisaje nocturno de Buenos Aires. Una ambulancia, una bocina, un semáforo. Para alguien que creció viendo cuatro horas de televisión diarias, hay pocas cosas que pueden generar sorpresa. Eso, o todo es novedad permanente. Pero los ruidos molestos, ya, eso es harina de otro costal.
Saludos,
Terra.

¿cuál es la pregunta, Frank?
















- No sé, preguntale a Billy.

Saturday, December 16, 2006

cartas al duque (treinta y seis)

Querido duque,
Le escribo sin mucho que contar hoy, o mejor, sin muchas ganas de hacerlo que es casi lo mismo. La chapa del horno se había podrido y lo arreglé con una cuchara (en realidad, fue con un alambre y uno de esos palitos que se usan en la fondiú para pinchar el pan). Después, tanto me picaba la espalda por el sol, que Celia se ofreció ponerme rodajas de tomate. Yo acepté pero solamente había tomates cherry y el asunto se pasó de ridículo. Supongo que uno se crea la mayoría de los problemas que padece. Pero también están los hijos de puta del espacio exterior. Esos marcianos que porque pasan una máquina de cortar el pasto de dos tiempos se creen jardineros y dignos de la admiración del veraneante. Tengo que hablar de esto con Jerry por que lo que hacen al final es simple: molestan para que veamos que trabajan. “Hola, ¿te estoy molestando? Perdón, pero lo que hago es mi trabajo...” Yo preferiría que el pasto tapara la luz del sol. Si de mi dependiera, restauraría la pena de muerte sin juicio para los que producen ruidos molestos. Esos viejos buenos proyectos que uno no sabe por qué pero alguien sacó de circulación. Ajusticiado por su propia cortadora de pasto. La realidad es la única verdad. ¿O vamos a seguir insistiendo con esa vieja cantinela boba de que la realidad es un constructo impresionista que no existe más allá de la percepción que tenemos de él?
Qué risa, mamma mía.
Un avión en el cielo de Hiroshima.
Saludos,
Terra.

Friday, December 15, 2006

Herbie Hancock

Thursday, December 14, 2006

rompan todo

cartas al duque (treinta y cinco)

Querido duque,
Le escribo para confirmarle que estas vacaciones cada día se parecen más a concierto de rock de esos que empiezan tarde y no dejan a nadie conforme. Se invirtió lo justo en el sonido, los baños se inundaron y yo me despierto de una siesta después de haber soñado con la estación Castro Barros del subte A. En vez de un kiosco de revista, la estación tiene una burbuja de fibra de vidrio con vista a una selva tropical. En la radio, agarró justo la trompeta de Cantaloop, en esa versión tan entretenidamente pop. Enseguida me acuerdo que tengo una foto muy linda de Herbie Hancock. (Y también una de Quincey Jones con Ray Charles.) Siempre es de noche y siempre es invierno en Alaska. O eso es lo que dicen. Así que mi vida es una larga primavera donde los árboles de Buenos Aires me dan la importante excusa de la alergia a casi cualquier cosa.
Me voy reponiendo. Y aunque todavía me canso cuando camino, la perspectiva del fin de semana es buena. La semana que viene, sin embargo, sigue siendo una incógnita, pero no me apuro. ¿Cuántas veces se puede aplaudir con un pulpo crudo atado en la muñeca derecha?
Saludos,
Terra.

Wednesday, December 13, 2006

cartas al duque (treinta y cuatro)

Querido Duque,
Retomo desde mi refugio. Ya sé como se siente un viejo. Me falta el aire y me resoplan los pulmones. No me quejo y pongo mis energías en curarme. Escucho una canción de Václav Trojan para violín y piano y miro por la ventana a los gatos del lugar mientras mi hija duerme la siesta. La felicidad es eso. Cuando realmente sea viejo, voy a ser un huraño que escucha con tecnología obsoleta una pila de discos compactos rayados. Después, una taza de te oscuro. Aire acondicionado y tres libros, querido duque, dos novelas y la Biblia. Un escritorio, discos de Olivier Messiaen, que trascribía el canto de los pájaros en sus obras y era un inteligente y fervoroso católico.
Saludos,
Terra.

Tuesday, December 12, 2006

paseo



- ¿Los matamos?
- No, dejalos, ¿no ves la cara de boludos que tienen?
- Sí, la verdad.

Václav Trojan











"Nunca quise aleccionar, hacer admoniciones o irritar. Mi objetivo ha sido conseguir que mi música acaricie, dé alegría, aliente, conforte, y que nunca recurra a un lenguaje que el público no pueda entender."

una buena casa

Es una buena casa.
Tiene árboles
y nos va a proteger de la tormenta
mientras pensamos otras cosas.
Pensamos, por ejemplo,
en un cocodrilo adentro de un auto,
en los regalos de navidad,
y en cómo se hace una obra de arte falsa.
Hablamos de música en esa casa.
De música francesa y otras músicas.
De Gabriel Fauré, que fue organista y militar,
De Olivier Messiaen, que estrenó obras
en un campo de concentración nazi,
Y de la Canción de indio mercader de
Rimsky-Korsakov y La canción del ruiseñor
De Václav Trojan, que parece un tango.
Después, también dormimos la siesta
Y es escuchamos el ruido del agua
Y soñamos con la tormenta.

Monday, December 11, 2006

Claude Debussy

la profecía

Hace un par de meses, después de un partido, Loyds me dijo: "Al Cholo le va a ir bien. Tiene mucha cancha." Yo dudaba. Pero el superloco tenía razón y entre miles, festeja Juan Andrade.
Juancho, ojalá se les de, viejo. De corazón.

carta abierta

Me llegó por mail esta breve esquela y como siento que imperla mis lecturas de la literatura argentina -donde muchas veces los paladines del lenguaje se pierden entre las vueltas de su ombligo- la reproduzco aquí. Agrego solamente que el valor figura en mi léxico desde siempre, los que me conocen los saben.


Diciembre 11, 2006

He leído y estudiado la obra de Juan José Saer, pero me faltaba El río sin orillas, Seix Barral, (2003). En el cap. III, Invierno, Saer alude a la represión, (pag.180): “ni un solo oficial superior de ninguna de las tres armas, ni uno solo, tuvo el valor (palabra que pertenece al léxico de ellos, no al mío) no ya de oponerse, sino por lo menos de distanciarse públicamente de lo que estaba pasando. Aún hoy los militares argentinos se dividen entre los que reivindican cínicamente todos sus crímenes y los que hipócritamente los minimizan, los olvidan o los niegan”.
Sin embargo, en 1984 un grupo de militares retirados, hastiados de golpes de estado y de sistemas dictatoriales, crea el CEMIDA, Centro de Militares para la Democracia Arg., “con el objeto de hacer conocer a la opinión pública y, en particular a los Oficiales de las Fuerzas Armadas, la existencia de un pensamiento militar genuinamente constitucionalista opuesto a toda manifestación militar que exceda los límites de lo legal, lo moral y lo ético, según las más pura tradición sanmartiniana”.(www.cemida.com.ar). Participaron activamente en el juicio a las Juntas y con una labor internacional intensa en España, Francia, Italia, EE.UU. y El Salvador.
Juan José Saer ha muerto, (2005), y es una pérdida que lamento. También lamento que un escritor tan crítico, tan conocedor, tan puntual y tan prolijo, no se haya informado debidamente.

Un saludo cordial,
Diana Sánchez.
(Escritora, Bs. As.)

cartas al duque (treinta y tres)

Querido Duque,
En la TV informan sobre el golpe de calor. Dos síntomas, sentirse caminando entre algodones y cierta sensación de inestabilidad. Yo, entonces, golpeado desde hace mucho. Falto de talento e inspiración le comento, duque, que las placas que me sacaron hoy se veían difusas "por la masa muscular". Así dijo la médica que me revisó. Dimos un paso atrás cuando hablamos del moco. "¿verde amarillento?" preguntó y yo le tuve que decir que sí. Ahora ya llegué donde quería llegar y estoy bien. En el camino me contuve para no odiar al sector de los farmaceúticos. Y cuando me enteré que el pinocho la quedó... Sí, me puse contento. Ya mismo lo están cocinando bien profundo en la tierra.
Mañana, más precisiones.
Ahora a descansar.
Saludos,
Terra.

Thursday, December 07, 2006

¿cuál es la pregunta, Jack?



Jack London, reading in the bar, circa 1886.-

Wednesday, December 06, 2006

dos potencias



Y estos, ¿quienes son? (Parece que ya hay goma.)

Tuesday, December 05, 2006

toquense algo, che

v



1. Gerry Mulligan y Art Farmer sonando arriba de la Jazz Gala All Star Big Band durante su gira por Alemania, enero de 1976. (Apenas unos días después de mi nacimiento.)

2. Gerry Mulligan, Art Farmer y contrabajista desconocido.

que no se te vuelen los pájaros

cartas al duque (treinta y dos)

Querido Duque,
Tengo sueños asesinos, pero ¿quién no? Un hombre con una amoladora puede ser un trabajador hornado pero a las nueve de la mañana es un enemigo. Y el día de sol, te lo debo. Nubes blancas y grises cubriendo de forma homogénea el cielo. Pasolini decía que los Cuentos de Canterbury que filmó no lo habían dejado satisfecho porque desconocía la cultura anglosajona. Lo suyo estaba en el protoporno de las Mil y una noches o en Bocaccio. Sin embargo, Chaucer te da cierta tranquilidad en un día como este. La pileta parece que está cerrada por falta de guardavidas. Es probable que en menos de dos horas alguien me ve saltando el cerco y tirándome al agua con ropa después de haber dormido la siesta. Ese placer, tan simple, Duque, no me lo saca nadie en estos días.
De la foto de Flaubert me acuerdo menos que del subte.
Un abrazo,
Terra.

Monday, December 04, 2006

cartas al duque (treinta y uno)

Querido duque,
¿Quince minutos al sol y quedás como un camarón? Esa historia la conozco. Nunca me bronceo del todo. Paso del blanco al rosado y de vuelta al blanco. En abril estoy epidérmicamente en cero otra vez. Los abuelos de mi abuela materna eran albaneses. Creo que de ahí me viene la piel tan blanca. La verdad no sé. En todo caso, el viaje fue hacia el oeste. Albania, Italia, Buenos Aires, Ramos Mejía. El sarmiento tocando el silbato y haciendo Once-Ituzaingó en menos de veinte minutos.
Ayer apenas treinta y cinco piletas de cincuenta metros porque llegamos tarde y los árboles hacían sombra en el agua. Ahora son las diez de la noche y todavía no cenamos. ¿Cuánto tardan en descongelarse tres bifes anchos? ¿Cuál es la pregunta, querido duque?
Mañana merecemos simplemente otro día de sol.
Saludos,
Terra.

Huyamos al bosque














“Irse al bosque, emboscarse –lo que detrás de esas expresiones se esconde no es una actividad idílica.” Así empieza La emboscadura – en alemán, Der Waldgang– de Ernest Jünger, un ensayo de prosa cristalina, practicidad ermitaña y espiritualidad secular. Ligeramente místico y, como todo libro de reafirmación laico, un poco nazi, La embocadura se escribe bajo el efecto del Walden de Thoreau, retomando la línea Nietzsche-Heiddeger. De allí que lo mejor de la imaginería vitalista de Deleuze y Guattari ya esté ahí. Pero Jünger no es un filósofo, es un novelista político que escribe ensayos y eso se nota.

El “waldgänger” es un personaje conocido: el tipo que vive de su fuerza inmerso en la rusticidad tonificadora del bosque. Jünger condensa el concepto hasta reducirlo a sus parámetros esenciales y, en su versión, el bosque es el exterior y el emboscado puede ser un perfecto nómade inmóvil. Aunque conlleva riesgos que Jünger no esconde, en su decisión de soledad, la lección del emboscado sirve, entre otras cosas, para pensar la reclusión que impone cualquier empresa intelectual o física. Sus dos cualidades básicas son no permitirle a “ningún poder, por muy superior que sea, que le prescriba la ley, ni por la propaganda ni por la violencia” y mantener abierto “el acceso a unos poderes superiores a los temporales”.

El libro esta lleno de definiciones: “La emboscadura no contradice a la evolución –escribe Jünger–, sino que introduce libertad en ella mediante la decisión de la persona singular”. La traducción de Andrés Sánchez Pascual que hizo circular Tusquets hace unos años es impecable y hoy La emboscadura es un elegante manual de anarcoindividualismo. Escrito en 1951, seguramente su lectura –y ese tan particular llamado a la resistencia– fue diferente en el momento de publicación, cuando Alemania venía de ser derrotada, la ocupación aliada construía la bases de la división con la Unión Soviética y el mundo se preparaba para la guerra fría.

Saturday, December 02, 2006

¿cuál es la pregunta, Joe?

el sábado pide un beso












Si un día de septiembre te golpean la puerta de tu cuarto a las tres de la mañana para decirte que tu padre está muerto es una cosa. Si tres meses después, la escena se repite y esta vez es tu madre la que está internada en unidad coronaria con seis cables entrando y saliendo de su cuerpo, el asunto ya parece algo de mal gusto. Un médico nacido en la década del ochenta y al cual podría quebrar como una rama seca solamnete usando mi mano derecha me dice que está bien, fuera de peligro y que son cosas que pasan. En el medio, a mi abuela le descubren un tumor del tamaño de un huevo de pascua en el hígado. Supongo que es positivo que me tome quince días de vacaciones. De no ser así, muy probablemente no hubiera reprimidio mis impulsos de golpear en la cara a esos jefes ajenos que te miran y no responde tus saludos en el ascensor, los espejos duplicando la imagen al infinito.

Friday, December 01, 2006

cartas al duque (treinta)

Querido duque,
Ya está. Quedaron un montón de cosas colgadas pero se puede decir que estoy de vacaciones. Tengo planeado un viaje donde va a contar el estado físico y todo eso, pero por ahora lo que importa es nadar y relajarse al sol, de ser posible con un libro que no sea una mierda. (Un redactor de la sección de ciencia me desafío veladamente a correr durante veinte minutos. Una risa, duque, porque yo podría correr durante veinte minutos a buen ritmo sin entreamiento previo de ningún tipo y después de pasarme un día sin dormir y encima regalarle diez minutos de flexiones de brazos.) Creo que, a esta altura, mi trabajo periodístico se resiente más que mi cuerpo, pero también podría ser una impresión subjetiva o que tengo el standart muy alto. En todo caso, bienvenidas las vacaciones. Que sea eterno mientras dure.
Abrazo, Terra.

buscando al narrador gitano (segunda parte)

cartas al duque (veintinueve)

Querido duque,
Mañana empiezo las vacaciones. Qué alegría. Pero todavía faltan un par de horas. Preferiría recorrerlas nadando o escuchando música en un auto. El mejor infografista del mundo, Jorge Fantoni, me regaló un rinoceronte que viaja del centro de Buenos Aires a la playa y yo, a cambio, le di un libro. No el libro que él quería pero por lo menos de la misma editorial. (Esto no tiene sentido, pero usted comprende y él también.) Ayer, o anteayer, en una película de explosiones, un personaje dice: “Todo lo bueno que me pasó en la vida me pasó en al agua”. Era un marine de la armada de los Estados Unidos, yo apenas el redactor de un ciudad periférica. Pero qué redactor y qué ciudad.
Le escribo cuando haya tiempo,
Terra.

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